«Soy el jefe, nadie me dice cómo tengo que vestir o con quién canto»

Es sencillo y simpático. Entra en el Club de Prensa del Diario de León al grito de: «¡Viva la cecina de León!». Mañana inicia en el Auditorio la gira promocional de Mío, que ya es disco de platino. Asegura que tiene pendiente un partido de fútbol en León entre Amigos de Bustamante y Amigos de Rafa Guerrero, a beneficio de Cáritas, y promete venir el próximo año.

—¿Cómo es la nueva gira?

—He jugado con canciones míticas, que todo el mundo conoce, pero hemos hecho arreglos. Haré un repaso por todos los éxitos. Tengo un repertorio completo.

—’Mío’ incluye dos temas suyos, ¿intentaba probar suerte y se lanzará en el próximo disco a componer todos los temas?

—Siempre he compuesto, pero no soy cantautor, soy un intérprete que de vez en cuando hago letras. En el disco también soy productor y músico. Cuando empecé únicamente quería cantar. Empecé con 19 años y me gustaba menear las caderas y aún lo hago en la medida de lo posible, aunque cada vez me va costando más. Todo va sucediendo de forma natural. No tengo prisa. Lo que quiero son buenas canciones. De vez en cuando me viene la inspiración y quiero aportar más de mí mismo al disco, por eso me gusta ser letrista. Quiero seguir creciendo. Cuando me sienta capacitado haré un disco completo.

—¿Interpreta igual las canciones que escribe usted que las que le escriben?

—Es especial si una canción es una historia mía, como Universo de todo , dedicada a mi hija; o La locura del amor, a mi mujer. También hay canciones que son historias metafóricas, que yo las doy a conocer, pero es cierto que las propias las sientes más por las vivencias.

—¿A usted no le afecta la crisis?

—Nos afecta a todos; y no digamos a la música, que se piratea en un 99%. Yo tengo mucho trabajo. Afortunadamente, los conciertos no se pueden piratear. Capeamos el temporal como podemos. Procuro no preocuparme. La gente, si no vendo discos, por muy simpático que sea el de San Vicente de la Barquera, tiene que saber que la discrográfica no me hará más discos, ni habrá por tanto más giras. Nadie se hace rico vendiendo discos, es una excusa para tener una carrera.

—¿Sus fans han crecido con usted?

—Las hay de muchas generaciones. Mi público es muy variado. Las hay que me siguen desde el principio, que han ido creciendo conmigo.

—¿Por qué una gira por teatros pequeños?

—En los teatros me he encontrado a mí mismo. Soy baladista y en un teatro puedes hacer cosas que son imposibles en una plaza de toros, como cantar sin micro y ver la mirada de la gente. Actuar en un estadio te da un subidón de adrenalina, pero la intimidad del teatro es impresionante; y eso me pone.

—¿Cantará a pelo en León?

—Seguramente.

—¿Bajará esos tres escalones que le separan del público?

—En el teatro te sientes como en una gran familia. No puedo invitar a tantas personas a mi casa. Esos tres escalones no me separarán, seguro que me da por bajar...

—¿Quién le acompañará en el escenario?

—Seis músicos: un guitarrista, dos coristas, un piano, un bajo y un batería. Se os pondrá la piel de gallina. Llevamos juntos muchos años; con algunos, diez. Ese cariño por nuestra profesión y entre nosotros, se transmite.

—¿Como afronta ahora el futuro, tras diez años en la escena musical?

—Quiero seguir probando. Me gustaría hacer discos temáticos, también un disco tipo crooner , también lírico. Ansío seguir viviendo este sueño. Me emociono con la gente.

—’Mío’ tiene temas que rozan el rock, ¿se lanzará a este género en su próximo disco?

—El disco es rock, lo que ocurre es que mi voz es limpia. Los temas se podrían hacer clásicos, dance o pop. Los arreglos van más por el rock, aunque no soy roquero y mi voz lo maquilla.

—¿De verdad se va a atrever con el lírico?

—Soy tenor ligero. Empecé cantando Santa Lucía, Granada, O sole mío ... Exige mucha preparación. En marzo cumplo 30. La madurez de la voz de un hombre llega a partir de esta edad.

—¿Cuántos conciertos incluye la gira?

—Recorreremos unos 30 teatros. Luego haremos la gira de verano.

—Muchos grandes artistas ya no llenan ni salas pequeñas. ¿Cuál es la clave de su éxito?

—Es imposible saberlo. Me fastidia que un artista no tenga la suerte de que le vea el público. No sé qué hago para que la gente responda. Es un privilegio.

—¿Por qué decidió empezar la gira en León?

—Porque me encanta, tengo muchos amigos y espero que me dé suerte.

—Los artistas siempre dicen que el último disco es el mejor. ¿Es ‘Mío’ su trabajo más redondo?

—Con los años vas adquiriendo distintas armas para expresarte como músico. Cada disco es lógico que sea mejor. Hace años no estaba tan preparado. He conseguido un sonido propio. Conjugo varios estilos, aunque no creo en las etiquetas.

—¿Se reivindica también como músico?

—Soy músico. Toco la percusión y la guitarra y canto, mi instrumento es la voz.

—Los artistas que componen se autodenominan cantautores y suelen despreciar a los que sólo son intérpretes...

—Hay gente muy ignorante en todas partes. No por ser cantautor eres mejor.

—En el disco hace un dueto con Pastora Soler. Ya había hecho otros duetos anteriormente. ¿No le tienta un disco de duetos?

—Sucede cuando llevas muchos años. Yo estoy empezando. Hacer Bandera blanca con Pastora Soler ha sido una suerte.

—¿La eligió usted?

—Todo es decisión mía. El jefe soy yo. Nadie me dice cómo tengo que vestir o con quién canto.

—Ahora a todos los cantantes les gustan los teatros en lugar de las plazas de toros...

—Yo siempre hago las dos giras. Los músicos tenemos que vivir. Lleno también aforos más grandes. En el teatro me siento realizado; muestro las canciones de forma diferente. El teatro es mágico.

—¿Cuántos temas interpreta en la gira?

—24 temas, del nuevo disco, mezclados con éxitos y canciones menos conocidas, con arreglos nuevos. Hay que ir jugando, es más divertido.

—En pocos días el single fue disco de oro...

—Ya es platino. ¡Y en estos tiempos! Realmente, es un auténtico privilegio.