Diario de León

El taller de los milagros

Exporestaura muestra en Botines dos relieves de Villademor de la Vega que ha salvado.

A la izquierda, el relive de la Virgen de Los Milagros antes de su restauración y, a la derecha, como se podrá ver en Botines.

A la izquierda, el relive de la Virgen de Los Milagros antes de su restauración y, a la derecha, como se podrá ver en Botines.

León

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El taller de restauración del Obispado ha obrado un nuevo milagro. Ha salvado de la ruina dos relieves barrocos del siglo XVII de la iglesia de Villademor de la Vega, que se exponen a partir de mañana en el edificio de Botines. Las dos tablas policromadas han sido recuperadas por la restauradora Marta Eva Castellanos, gracias al patrocinio de Caja España-Duero, que colabora desde hace tres años en el programa Exporestaura con el Centro de Conservación del Patrimonio —un taller ubicado en el Seminario Mayor—, donde cientos de imágenes, tallas de vírgenes y santos y retablos aguardan una intervención de urgencia.

«No damos abasto y cada día nos llegan más peticiones de iglesias», asegura Máximo Gómez Rascón, responsable de Patrimonio de la diócesis de León.

Los dos últimos relieves que han salido de este taller, dotado con una sofisticada cámara de desinsectación —que elimina hasta las plagas más rebeldes— son dos auténticas joyas. Forman parte del retablo de estilo contrarreformista y ya rehabilitado que, según Gómez Rascón, no procedía en origen de la iglesia de Villademor, a la que fue trasladado en algún momento de la historia y ‘encajado’ en ella, como se aprecia por los ‘cortes’ y ‘manipulaciones’ que sufrió para acoplarlo en la cabecera del templo.

El tratamiento. El relieve de la Virgen de la Misericordia (de 120 por 168 centímetros) y el relieve de ánimas (de un metro por un metro) se sabe, por una inscripción que hay en la parte superior del retablo, fueron donados por Alonso Pérez Melón y su mujer, Francisca Pintor, el 8 de septiembre de 1688. Durante dos meses la restauradora eliminó la mugre que cubría ambas piezas, para rescatar su espléndido policromado. También recibieron un tratamiento contra la carcoma y se repusieron los miembros amputados de algunas imágenes. La virgen, con los brazos extendidos y el manto desplegado protege a un nutrido grupo de personajes, desde un obispo a una princesa, un inválido, un negro, un fraile, una monja y una esclava. El segundo relieve evoca el juicio final, dividido en tres planos: en el superior están los jueces; debajo, Cristo, la Virgen y algunos apóstoles y ángeles con los salvados; y en el plano inferior, los condenados en el infierno con el diablo atizando unas calderas.

Exporestaura ha salvado otras tres obras: la Magdalena de Ciguera (en el 2009); el Crucificado de Otero de las Dueñas (en 2010); y el año pasado, las tablas del retablo de Carbajosa. Pero el Centro de Conservación del Patrimonio, que mantiene convenios con otras instituciones como el ILC, también recuperó el pasado año el retablo de Carbajosa de la Sobarriba, del siglo XVI,; el de La Majúa; el de Ocejo de la Peña; y el primero de otros dos en Oliegos —el segundo se restaurará en breve—. Además, se repararon una treintena de imágenes y pinturas.

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