Culos

Antena 3 ha estrenado una serie de Notro TV que se llama Con el culo al aire . Género: tópica comedia costumbrista española, variante posmoderna. Valoración: simplemente abominable. Conste que la idea original era buena: la crisis económica va dejando gentes en el camino y esas gentes terminan viviendo en un camping de bungalows donde recrean una especie de comunidad autosuficiente. A partir de esta idea, sin embargo, el desarrollo es de una zafiedad que apesta. En la comunidad de Con el culo al aire todos los personajes son mezquinos o promiscuos (o las dos cosas), todos los adultos se comportan como adolescentes malcriados, todos los niños —y hay muchos— hablan como chulos de burdel, todas las familias están rotas y todo el mundo se mueve como en una especie de circo de vicios. El retrato no sirve ni como metáfora crítica de la España del zapaterismo, porque le falta precisamente aliento crítico. Con el culo al aire se parece más a un ‘reality’ de Telecinco que a una serie de Antena 3. Las series recientes de esta cadena podrán ser mejores o peores, pero mantenían un cierto nivel de decencia. Esa ha sido una de las claves de su éxito. Pero Con el culo al aire rompe esa tendencia: aquí lo único que se ve es procacidad y chabacanería desde la primera escena hasta la última, y por eso digo que se parece más a un reality de Telecinco. Con la salvedad —a favor de Telecinco— de que la zafiedad de esos ‘reality-shows’ es, al fin y al cabo, espontánea, natural, mientras que la de los guiones de Con el culo al aire es forzada, artificial, impostada, y ni siquiera el buen hacer de Paco Tous y Toni Acosta logra eliminar esa impresión. Los autores invocan en su descargo el espíritu de la novela picaresca, donde el pícaro sobrevive en una sociedad injusta gracias a la estafa y las malas artes. Ahora bien, el Lazarillo y Guzmán de Alfarache palidecerían de pudor ante el festival de bajezas que uno ve en esta serie. Lo único acertado es el título: Con el culo al aire. En efecto, en esa región de la anatomía se condensa todo el relato. Puaj.