Diario de León
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El invento del maligno josé javier esparza

El otro día llegaba Rajoy a Londres para entrevistarse con Cameron; un encuentro importante, porque nadie ignora que la supervivencia de España depende de nuestra capacidad para persuadir a los guiris. Rajoy y Cameron comparecían a las tres y cuarto, es decir, en pleno telediario. Pero el Telediario de TVE-1 lo ignoró. Por el contrario, sí que nos contó el viaje de Rubalcaba a Bruselas, donde se entrevistó con Almunia. Más aún, TVE —el canal 24 horas— conectó en directo para ofrecer la rueda de prensa de Rubalcaba. ¿Más cosas? El día que comenzaba el Congreso del PSOE, el Gobierno aprobaba la reforma laboral. Para TVE, lo más importante fue el discurso de Zapatero en el cónclave socialista y con eso abrió su informativo de las nueve. Catorce minutos de información sobre el PSOE. Hasta el cuarto de hora no entró la noticia de las medidas del Gobierno.

Ni mucho menos prestó TVE la misma atención al Congreso del PP, es decir, del partido en el Gobierno. Los números cantan: TVE dedicó al Congreso del PSOE una hora y veinte minutos en cuatro días; al Congreso del PP, en el mismo periodo, sólo cincuenta y seis minutos. Eso sin contar la apología de Informe semanal sobre la gran hora de Rubalcaba. Por cierto que la información sobre el Congreso del PP tampoco fue ‘limpia’: vino mediatizada continuamente por la noticia sobre las manifestaciones sindicales contra la reforma laboral. La verdad es que todo esto ya solo da risa. Seguramente a Fran Llorente, el director de informativos de TVE, le cueste entenderlo, pero, objetivamente hablando, desde el punto de vista institucional, el presidente del Gobierno es más importante que el líder del primer partido de la oposición. Si a la misma hora hay una noticia del uno y otra del otro, lo razonable es prestar más atención al presidente que al opositor.

Del mismo modo, normalmente es más importante para el país el congreso de un partido que gobierna que el de un partido que no. Si a Llorente le aplicáramos la vara con la que se midió a Urdaci, habría que desterrarle a Samarcanda. Que está en Uzbekistán.

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