La fugacidad de la vida hilvana la nueva novela de Julio Llamazares

Fue un diez de agosto, en Ibiza, mientras contemplaba el espectáculo de las Perseidas. «Vi a un padre con su hijo observando las estrellas fugaces y entonces surgió la novela». Julio Llamazares supo en ese momento que se titularía Las lágrimas de San Lorenzo y decidió entonces que cada capítulo sería como una de esas estrellas que pasan, «una vida que se va para siempre». «Es una novela sobre desapariciones y el paso del tiempo», precisa el escritor, y añade que la estructura de la obra es fragmentaria. «La estructura de mis novelas no es lineal, nunca lo ha sido, pero es que la vida tampoco lo es», mantiene el autor, que asegura que esa configuración es la que le gusta, «es la que siento». Julio Llamazares considera que esta nueva novela aparecerá en un año y precisa que antes de eso habrá terminado la segunda parte de Las rosas de piedra, su libro de viajes cuyo armazón son las catedrales.

Destaca que cuando se sumerge en la tarea de escritor es él el único lector del mundo. «Siempre escribo lo que me gusta leer y mi obra preferida no tiene porqué ser la que más aceptación tiene después», valora, precisando que eso es precisamente lo que le ocurrió con Escenas de cine mudo , una reflexión sobre la memoria.

Julio Llamazares considera que un libro es siempre el resultado de la relación de un hombre, o una mujer, con el papel en blanco y denuncia la infantilización y banalización de la literatura en la actualidad. «La literatura, o se lleva en el corazón o no se lleva», advierte, y asegura que la mayoría de los escritores no pueden ser calificados como tal. «Son personas que, simplemente escriben libros», dice. El autor de El cielo de Madrid considera que la literatura se hace a fuego lento «y sin pensar en nada más» y apuesta por aquellos autores que seguirían escribiendo siempre, aunque no le publicaran las obras. «En este momento de mercantilización, hay que volver a los tiempos en los que el escritor era un marginal, alguien en desacuerdo constante con el mundo».

Más rosas pétreas.

Por otro lado, el escritor está a punto de terminar la segunda parte de sus rosas de piedra, el libro de viajes en el que recorrió cincuenta catedrales. En esta segunda fase del viaje, Julio Llamazares recorrerá otro medio centenar de templos, esta vez en el sur de España, entre los que destaca el de Palma de Mallorca o el de Coria. Con Las rosas de piedra , el escritor pretende rescatar en un viaje al pasado los edificios que han sobrevivido al tiempo «como representaciones de la ciudad de Dios en la Tierra», tal y como afirma en el preámbulo de su obra.

La última obra de Julio Llamazares hasta el momento ha sido Tanta pasión para nada , una recopilación de relatos breves que creó durante quince años, el tiempo comprendido desde la aparición de En mitad de ninguna parte , su primera antología del género.