TELEVISIÓN
Spielberg debuta en la tele
Ha producido su primera serie musical, ‘Smash’, sobre los esfuerzos por llevar a los escenarios la vida de Marilyn Monroe.
El director estadounidense Steven Spielberg ha producido su primera serie musical, Smash, cuyo guión orbita alrededor de los esfuerzos por llevar a los escenarios la azarosa vida de Marilyn Monroe. Tras el reciente patinazo del director de La lista de Schindler con la serie Terra Nova, cancelada tras sólo trece capítulos, el estadounidense se aventura ahora con un ingenioso guión de Theresa Rebeck acerca de cómo hacer realidad un musical sobre Marilyn.
Smash cuenta entre sus protagonistas con nombres como Anjelica Huston ( La familia Adams ), Debra Messing ( Will and Grace ) y el británico Jack Davenport ( Piratas del Caribe ), que interpretará al villano de Smash, que en España se podrá ver en el canal AXN desde el 7 de mayo. La nueva serie se centra en los esfuerzos de dos reconocidos compositores, Tom y Julia (Christian Borle y Debra Messing), por llevar a los escenarios de Broadway un musical sobre la vida de Marilyn.
La meta es dar con la actriz idónea que se meta en la piel de Monroe, goloso papel que se disputan, con armas no siempre ortodoxas, dos ambiciosas candidatas. El atractivo Davenport pone rostro a Derek Wills, un brillante y manipulador director y coreógrafo con una pasmosa falta de ética y al que le «trae sin cuidado lo que los otros puedan pensar de él».
Fue precisamente esa actitud insolente y mezquina lo que el actor encontró «más atractivo» de su personaje, según relató a los periodistas en un encuentro celebrado en Londres.
Con experiencia en el teatro, Davenport puso como ejemplo a su personaje para desmitificar ciertos aspectos «menos bonitos» de una profesión que, según dijo, «puede ser brutal».
«Mis padres eran actores y me desanimaron cuando les dije que me quería dedicar a esto. Y si mi hijo algún día quiere ser actor, seré irresponsable si no trato de quitárselo de la cabeza», admitió. Rodada en Nueva York y con un trasfondo eminentemente estadounidense, el «malo» de Smash cree que la serie calará en un público variopinto.