La plantilla del Teatro Real amenaza con un boicot a Plácido Domingo
Los fantasmas de una huelga y un Ere sobrevolaron el relevo en la dirección general de Teatro Real. Tras tomar posesión de su cargo, anunciaba hoja de ruta Ignacio García-Belenguer, sucesor de un Miguel Muñiz forzado a adelantar su pactada salida de la gerencia del coliseo tras ocho años en el puesto. Belenguer accede al puesto cargado de optimismo, de buenas intenciones y apostando por la excelencia, pero con la tijera en ristre. Llega en lo más duro de la crisis, obligado a una política de austeridad y a afrontar algunos desafíos en un clima de crispación.
El primero, la posible huelga que la plantilla del coliseo haría coincidir con el regreso de Plácido Domingo a la casa para el estreno del Cyrano de Bergerac el próximo diez de mayo. El segundo, la posible aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo. El nuevo director lanzó balones fuera escudándose en un «ni sí ni no» sobre la posible aplicación de un Ere. «Es un tema muy serio; hay que medirlo y tomar decisiones valorando las circunstancias» dijo. Ante la posible huelga, confía García-Belenguer en el «sentido común y la responsabilidad» de unos trabajadores —315 en plantilla— obligados a devolver al teatro una media de entre 3.000 y 6.000 euros por un error de los gestores en la aplicación de los recortes que la administración impuso a los empleados. Un grave conflicto laboral que seguramente llegará a los tribunales.