Y hoy, puja por las dos tablas atribuidas al Maestro de Astorga
San Pedro Mártir y Santa Catalina de Siena, óleos del siglo XVI.
La casa Fernando Durán, también de Madrid, tiene previsto sacar hoy a subasta, a las 18.00 horas y en su local de la calle Conde de Aranda, 23, dos tablas atribuidas al Maestro de Astorga o a su círculo de colaboradores más cercano.
Se trata de un San Pedro Mártir y de una Santa Catalina de Siena, ambas del siglo XVI, en óleo sobre tela, que miden 133 x 44 centímetros. Según consta en el catálogo de esta casa de subastas, el precio de salida es de 12.000 euros y el precio recomendado oscila entre esa cantidad y los 15.000 euros. El Catálogo Monumental de la provincia de León, de Manuel Gómez-Moreno, publicado en 1925, daba cuenta en su día de la existencia de un excepcional retablo, ubicado en la capilla del Cementerio de Astorga, pero que antes estuvo en la capilla de Santiago, dentro de la propia ciudad maragata, al que pertenecían tablas como el San Antonio de Padua y las Santa Bárbara y Santa Lucía que el pasado mes de octubre ‘reaparecieron’ para ser subastadas en la casa barcelonesa Balclis y que finalmente compró la Junta en aquella ocasión por un importe global de 46.000 euros.
Gómez-Moreno no mencionaba en su catálogo a estos San Pedro Mártir y Santa Catalina de Siena, pero ya entonces el retablo estaba desmontado y faltaban piezas, así, algunas de ellas podrían ser estas mismas obras. El retablo del artista conocido como Maestro de Astorga (activo entre 1510 y 1530) que describe Gómez-Moreno incluía «un Santiago apóstol, los Misterios de la Virgen y series de santos frailes y de santas mártires», por lo que cabe preguntarse por el resto de las tablas.
De otra parte, la propia casa Fernando Durán informó a este periódico de que estos dos óleos pertenecen a un lote «verdaderamente excepcional», propiedad del arquitecto madrileño Luis Gutiérrez Soto (1900-1977), autor de tan renombrados edificios como el Ministerio del Aire o el cine Callao.
Alejandro Valderas ha comunicado que la legislación de la Comunidad sobre patrimonio histórico dedica apenas una línea al «patrimonio disperso, por lo que, a su juicio, «es necesario desarrollar esta materia ya que cada día se descubren nuevas piezas susceptibles de ser recuperadas como éstas».