Un gran diseñador de espacios
Sin presumir de talento y siempre con una mirada cargada de modestia, Rafael Moneo, galardonado con el Príncipe de Asturias de las Artes 2012, está considerado como uno de los grandes diseñadores de espacios de nuestra era, un arquitecto que usa la luz como elemento constructivo. Moneo traduce lo esencial y sencillo de la vida en su arquitectura al crear espacios que huyen de los adornos superfluos, de las escalas sobredimensionadas gratuitas y de los materiales efectistas. Siempre escucha atentamente, aunque, al final, impone su criterio, en el que solo tiene cabida la armonía que él es capaz de capturar en su personal mezcla del minimalismo, las mejores influencias de la escuela Bauhaus y la cultura occidental. Sabedor de su buen hacer arquitectónico en España y en el exterior, Moneo ha sido siempre un líder intelectual, pero sin alardes públicos.
Su carrera reúne una lista de creaciones que impresiona por número y calidad tanto a profesionales como profanos en la arquitectura contemporánea.
Con especial devoción, el arquitecto se ha volcado en crear construcciones de centros de arte como el Museo Thyssen, en Madrid, la ampliación del Museo del Prado, el Museo de Arte Romano de Mérida y la Fundación Pilar y Joan Miró (Palma de Mallorca), entre otros.