Cerrar

La Iglesia alquila la única casa ‘gótica’ de León

El edificio de la Obra Cultural Sopeña espera desde hace cuatro años la llegada de inquilinos que lo restauren.

Fachada e interior de la casa ‘gótica’ propiedad del Obispado situada en Dámaso Merino, contigua al edificio que se desplomó hace un año. (Pulse sobre la imagen para ampliar)

León

Creado:

Actualizado:

Es la única casa de estilo ‘gótico’ de León. La antigua sede de la Obra Social y Cultural Sopeña (Oscus), lleva cuatro años desocupada a la espera de que los nuevos inquilinos completen una restauración que ha quedado empantanada por la crisis. Propiedad del Obispado, este emblemático inmueble situado en Dámaso Merino alberga en su interior los ‘secretos’ de los maestros que erigieron Botines. La Iglesia arrienda ahora el coqueto caserón de más de 500 metros cuadrados por 8.000 euros al mes ‘negociables’, según ha podido averiguar este periódico. El edificio Oscus, de principios del siglo XX, está pegado a la casa solariega que se desplomó hace un año en esta misma calle y que oculta en el subsuelo importantes restos romanos.

Los arquitectos del Obispado Marcelino Alonso y Delia Fernández emprendieron en el 2008 la rehabilitación del caserón ‘gótico’ que durante la Guerra Civil fue sede del Instituto Nacional de Previsión. Pero la crisis les impidió completar una reforma que ahora deberán acometer quienes estén dispuestos a alquilar el edificio, que cuenta con baja, más tres plantas y semisótano. Tiene además una espléndida escalera y un curioso ‘palomero’ bajo la cubierta, que exige una inmediata restauración. Alonso sostiene que «quienes construyeron Botines también trabajaron aquí». Los muros de carga, las bóvedas de ladrillo, las vigas de hierro… hasta los moldes son iguales en ambos inmuebles. El edificio de Gaudí se concluyó en 1894 y el Sopeña se construyó doce años después.

Oscus extendía su sede entre este caserón que hace un guiño al gótico y el antiguo edificio de la Sección Femenina, hoy reconvertido en Centro Padre Llorente, anexo a la sede del Procurador del Común, en la calle Sierra Pambley. Las dos sedes de Oscus se comunican por la parte trasera a través de un estrecho patio de 90 centímetros. El centro Llorente es una antigua casa señorial con muros de carga de ladrillo viejo y estructura de chopo, que el arquitecto Cañas reforzó con vigas de hierro en los años 60 y reabierto el año pasado tras ser rehabilitado como sede de Cáritas, Manos Unidas y Acción Católica. La reforma de este edificio de baja más dos plantas y una superficie de más de mil metros cuadrados costó en torno al millón de euros. El Obispado también alquila los locales de la planta baja.

No son los únicos inmuebles que arrienda el Obispado. Frente a la casa Sopeña, en el número 6 de Dámaso Merino, se alquila el caserón que durante años fue sede del Espabila, en el que el Ayuntamiento ofertaba actividades culturales y de ocio a los jóvenes. Justo enfrente está la casa ‘gótica’, desde cuyas ventanas ojivales se contempla la Catedral, fue diseñada en 1906 por Manuel de Cárdenas para acoger las instalaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros. Luego pasaría al Instituto Nacional de Previsión (INI) y, posteriormente, a la Obra Social y Cultural Sopeña (Oscus), cuyo escudo aún preside el portalón de entrada.

Sin duda, es uno de los inmuebles históricos con mayor encanto de la ciudad que, como ya ocurrió con el edificio ‘neomudéjar’ de San Agustín y la casona de Bodegas Manchegas —la vivienda de Vela Zanetti situada en la calle Zapaterías—, también llevan años esperando que un nuevo propietario recupere su antiguo esplendor. La vieja sede de Oscus podría alojar algún negocio de hostelería o cualquier tipo de oficinas. Decenas de personas se han interesado por la casa desde que se puso en alquiler, aunque nadie, de momento, ha dado el último paso.

Cargando contenidos...