Gamoneda, Luis Mateo y 200 autores ‘retratan’ a Urdiales
Piden que ‘Un hombre llamado teatro’ esté en todas las bibliotecas de León.
Un momento de la presentación del libro de Fernando Urdiales en El Albéitar..
Casi 200 artistas, periodistas, críticos, profesores y músicos, entre otros, han participado en la elaboración del libro Un hombre llamado teatro, una obra «viva y creativa» en la que se ha pretendido recoger el legado del que fuera actor, director y dramaturgo de la compañía Teatro Corsario durante casi tres décadas, el leonés Fernando Urdiales, y con la que se rinde homenaje a «una de las figuras centrales del teatro de la Comunidad».
La obra se presentó ayer de manera simultánea en León y Valladolid, ciudades en las que Urdiales «convivía» de manera mayoritaria, y en el caso de León se eligió el edificio de El Albéitar, sede del Rectorado de la Universidad de León (ULE) por ser un lugar «en el que se hacía teatro», explicó el escritor y coordinador de la obra, Víctor M. Díez, que expresó su deseo de que el legado de Fernando Urdiales quedara recogido en un libro «de estudio» de lo que fue su teatro, pero que al mismo tiempo «huyera de la alabanza fácil».
Los autores
La publicación es una «puesta en escena» que aglutina a los profesionales del teatro de la Comunidad y nacional, además de una selección de autores que conocieron e interactuaron con una figura como Fernando Urdiales, y que son «gente de la cultura y el teatro». Entre ellos se encuentran nombres como los de los leoneses Antonio Gamoneda y Luis Mateo Díez, así como Gustavo Martín Garzo, Calixto Bieito y Víctor García de la Concha, entre otros muchos. Gracias a ellos se ha elaborado Un hombre llamado teatro, basado en una línea argumental que, por un lado ayuda a narrar la trayectoria vital y artística del protagonista y que, por otro lado, relata los hechos, los datos y las fechas en torno a las vivencias teatrales.
La estructura del libro simula a la de un teatro físico para dar como resultado un libro «vivo y creativo». De esta manera, está estructurado en tres partes que son los camerinos, donde se incluyen las confidencias, las felicitaciones íntimas, el lugar recogido antes de salir a escena y al que se vuelve al final; el patio de butacas con la mirada del espectador y, por último, los escenarios, con las opiniones de los compañeros de profesión, las críticas y la voz de los protagonistas. A ello se une un amplio número de ilustraciones, fotografías, pinturas, dibujos y viñetas que relatan la preocupación artística de Urdiales.
Víctor M.Díez insistió en el «empeño» de que este libro pueda estar disponible en todas las bibliotecas públicas.