Un visionario que entró en Nintendo con enchufe
Shigeru Miyamoto entró por enchufe en Nintendo en 1977, pero su imaginación sin límites ha conseguido revolucionar el entretenimiento. La labor del hoy director administrativo general del Área de Entretenimiento, Análisis y Desarrollo de Nintendo ha sido trascendental para popularizar los videojuegos y para que éstos lleguen a ser considerados activadores mentales, físicos y sociales. Los juegos de Miyamoto demandan habilidad, pero no competitividad directa. Cada nueva apuesta del japonés ofrece un contenido y unos retos exquisitos que consiguen dar una vuelta de tuerca a una industria que se acomoda en la fórmula de repetición de las sagas de éxito.
Visionario y carismático, de su mente han nacido no sólo algunos de los personajes más icónicos de los videojuegos, sino la consola Wii, que amplió de forma exponencial la audiencia del ocio interactivo gracias a una máquina que ofrecía una mecánica de juego sencilla y perseguía la participación de toda la familia. A raíz de Wii concibió Wii Fit, un sistema de ejercicio en casa que pretendía acabar con el prejuicio de que el ocio interactivo potenciaba la obesidad. Sus competidores directos se vieron obligados a seguir esa senda de popularización del ocio interactivo lanzando al mercado el mando Move y el sensor de movimientos Kinect, respectivamente.
Las consolas portátiles DS y Nintendo 3DS también forman parte de su currículum creativo.