El Obispado decide ‘incautarse’ de miles de archivos de las parroquias
La campaña busca documentar y salvaguardar documentos desde el siglo XVI.
El Obispado ha puesto en marcha una campaña en virtud de la cual recogerá y compilará todos los cuadernos, documentos y reglamentos que aún se encuentran en las parroquias de la Diócesis, en un proceso cuyo objetivo es, según ha señalado el nuevo director del Archivo Histórico Diocesano, Adolfo Iborra, documentar y conservar en lugar seguro todos los papeles diocesanos.
Iborra ha anunciado que este mismo mes se reabrió el Archivo después de cinco meses de obras, durante las cuales se ha ampliado la superficie destinada a la biblioteca así como al espacio para investigadores. Añade además que se ha inaugurado una zona nueva a la espera de los miles de documentos que se espera recibir en los próximos meses. Hasta el momento, la decisión del obispo ha provocado la llegada de 1.400 cajas del fondo parroquial y aún podrían llegar alrededor de seis mil más. Y es que la Diócesis de León consta de 780 parroquias, muchas de las cuales aún conservan intactas sus bibliotecas.
Estos documentos se conservarán en el Archivo en depósito, puesto que la titularidad la seguirán manteniendo sus propietarios, esto es, las parroquias.
La medida no ha causado ningún tipo de inquietud entre entre los párracos y fieles. El propio Iborra asegura que más bien ha sido al contrario. «Están todos de acuerdo puesto que se trata de una decisión que les facilita el trabajo y, además, en muchos casos es la mejor manera de salvar los documentos», destaca.
La mayoría de los papeles ‘incautados’ a las parroquias son libros de defunción, bautismo, matrimonios y reglamentos canónicos. Pero, además, también se recogerán protocolos notariales, libros litúrgicos, códices y manuscritos. La importancia de estos archivos no es baladí puesto que con ellos —muchos de ellos llegan a nuestra época desde el siglo XVI— puede rastrearse la historia de la provincia.
Los fondos propios del Archivo permanecieron hasta el año 1942 en los respectivos oficios de la curia y fue entonces cuando se agruparon en una dependencia gracias a la labor desarrollada por el obispo Almarcha, con la creación del Archivo Histórico Diocesano. En 1952 se inició la organización, clasificación y catalogación de los papeles de la Dióceses, trabajos que continúan a día de hoy.
Dispone de fondos propios y fondos incorporados. En los primeros, se encuentra la documentación emanada de la administración y actividad de la diócesis, como códices manuscritos, libros de cuentas, visitas pastorales, órdenes, nombramientos o relaciones parroquiales y otros. Además, este fondo también atesora documentación relativa a la provisión de los beneficios eclesiásticos, protocolos notariales, expedientes matrimoniales, partidas sacramentales, incunables e impresos.
En lo que a los fondos incorporados se refiere, el archivo diocesano custodia el fondo del Convento de San Marcos, el del Monasterio de Santa Maria de Otero de las Dueñas, el del Monasterio de Vega de la Serrana o el del Doctor Anspach, entre otros. Éste último fue legado por el profesor alemán August Eduard Anspach y contiene los papeles y trabajos elaborados y archivados durante su vida, dedicados especialmente a la patrología española, particularmente a san Isidoro.