Revuelta

El invento del maligno josé maría cillero

Se trata de desatar algunos nudos que se formaron y de reforzar otros que hubo», dijo Mercedes Milá cuando ya estaban todos de vuelta en la casa de Guadalix... Vamos, que lo que de verdad quieren con la revuelta es que al final todo sea buen rollo, cordialidad y camaradería. ¡Quiá! Esto va de mantener tono muscular en el audímetro unas semanas más.

Que hasta que el balón de la Euro 2012 eche a rodar, también en Telecinco, la cadena amiga siga goleando en prime time y si para ello hay que esperar a que Sergio y Pipi y sus respectivas madres hagan las paces o se tiren de los pelos, pues se espera. Vamos, que con esta propina de GH 12+1 , Telecinco tiene tantas ganas de que los concursantes resuelvan sus diferencias como usted de que le retrasen seis meses las vacaciones. ¿Quién quiere un reality con las protas de My Little Pony de concursantes? ¿A quién le importa si menganito hace las paces con zutanita?

En todo caso, si ellos se reconcilian, ya habrá otros que se despellejen. Que esto es tele y nadie está para repetir los fiascos de audiencia de Estudio de actores o de El castillo de las mentes prodigiosas . ¿Se acuerdan? Buah, qué recuerdos. ¿Para cuándo un museo de los grandes revolcones de la televisión, con su solicitadísima colección permanente ‘ ¿Qué fue de ese reality?’

Bien, centrados ya sin paños calientes en el objetivo verdadero del ¿concurso?, hay que admitir que tiene pinta de que va a funcionar. Que los cámaras saben ya de memoria que cuando abra la boca X hay que de inmediato darle plano a Y. Que, como todo el mundo, los ¿concursantes? tienen un pasado, pero, en su caso, editado en video. Que son dueños de sus escasos y tácticos silencios y esclavos de su casi siempre descontrolada locuacidad y que si se les olvida, ya estará ahí para recordárselo Mercedes Milá, embutida ayer en minifalda de camuflaje y blusa naranja. Grande la Milá, qué momentos.

Como cuando para explicarles las reglas, les dijo que tendrían que elegir un delegado, «ya sabéis, como en la Universidad».

Tremendo optimismo.