Rescatan el libro que el filólogo Guzmán Álvarez dedicó al poeta Miguel Hernández
El inédito ‘Una muerte diaria’ se presenta esta tarde en la Casa de León en Madrid.
Un grande escribiendo sobre un gigante. Aunque el nombre del poeta Miguel Hernández es sobradamente conocido en toda la hispanofonía, el de Guzmán Álvarez no lo es tanto pero al menos en León se debería tener muy presente a quien fuera catedrático de la Universidad de Utrecht, y no sólo por haber escrito una obra tan señera para la filología como es El habla de Babia y Laciana . Y es que la conexión entre Guzmán y Hernández no consiste, tan sólo, en que ambos nacieron en el mismo año: el primero dejó escrita una obra sobre el segundo que ha permanecido dormida durante 23 años y que esta tarde se presenta en la Casa de León en Madrid.
La monografía, editada ahora por la Universidad leonesa en colaboración con el Club Cultural Xeitu, fue escrita por Guzmán Álvarez (La Riera de Babia, León, 1910-Bilthoven, Holanda, 2004) en la década de los ochenta —el original mecanografiado está fechado en 1989—. «Como es sabido, Álvarez se jubiló en 1980 como catedrático de la Universidad de Utrecht, año en que publicó un completo libro sobre la lírica española contemporánea —explica el editor Víctor del Reguero, de Xeitu—, y todo hace pensar que esta monografía sobre Miguel Hernández la dejó inconclusa. Cuando iniciamos el centenario del autor babiano yo entregué el original a José María Balcells, catedrático de Literatura Española y especialista hernandiano, para que evaluara su posible publicación y trabajase en él. Así que lo que ahora aparece es una edición revisada y prologada por Balcells».
El contenido de la obra
El libro consta de cuatro partes diferenciadas: en primer lugar, una dedicada al quehacer poético de Miguel Hernández, donde se estudia la evolución de su poesía desde el principio hasta el poemario El rayo que no cesa , publicado en 1936. En la segunda, Guzmán Álvarez alude fundamentalmente a las influencias de lo que acontecía en su tiempo y las vicisitudes que va viviendo el propio poeta a la par que crea su obra. En la tercera se analizan, desde una óptica social, varias poesías de Hernández y en cuarto lugar se hace lo propio con el Cancionero y romancero de ausencias , el último poemario que escribió, ya durante la guerra, y su estancia en la cárcel. Concluye el trabajo con un apéndice donde se analiza la poesía Amores que se van , indica el coeditor del libro, quien también apunta que José María Balcells, en su prólogo, dice que una de las principales novedades de este estudio «es que contrapuntea poesías de Hernández con otros autores con los que hasta ahora no se había hecho».
Preguntado por el por qué de la aparición, ahora, de esta singular obra, Del Reguero explica que el libro se edita «dentro de las publicaciones y actividades del centenario de Guzmán Álvarez. Nosotros queríamos que el centenario tuviera varias facetas: el reconocimiento a su figura y obra, con el manifiesto que se leyó y publicó, firmado por más de sesenta personas del mundo de la cultura; el conocimiento de su biografía, con la publicación de Guzmán Álvarez, media vida de una vida demediada ; la difusión de su legado entre los niños de Babia, con el filandón organizado en el Colegio de Huergas; la revitalización de su obra a nivel local, con la aparición del libro El maestro. Estampa ilustrada de Babia ; y también la divulgación de sus estudios literarios con este estudio sobre Miguel Hernández».
Ante el mundo académico
Por diversas cuestiones técnicas, la aparición de Una muerte diaria se había retrasado hasta la fecha, «dado que lo que queríamos era que lo editase la Universidad de León para así hacerlo patente y visible ante el mundo universitario y académico, pero lo importante es que ha podido ver la luz y que todos los leoneses y los amantes de la literatura y la cultura ya tienen a su disposición un nuevo trabajo del que es uno de los filólogos más importantes del siglo XX. A la vez, también el mundo académico dispone de un nuevo elemento sobre el gran poeta de Orihuela», reflexiona Víctor del Reguero.
«De Guzmán Álvarez se conocía hasta hace dos años muy poco —añade—. Con el centenario se publicaron tres libros y se hicieron varias actividades de reconocimiento y divulgación. En su tierra, Babia, y en León sobre todo es conocida su tesis doctoral sobre el patsuezu y su libro Estampas de Babia ; pero Guzmán Álvarez tiene una interesante obra de análisis y estudio literario, sobre todo relacionada con la lírica, que ahora se ve incrementada con la aparición de esta obra».
El acto de hoy, que comenzará a las 19.30 en la Casa de León en Madrid (calle del Pez, 6), contará con las intervenciones de José María Balcells, catedrático de la Universidad de León y autor de la edición; Margarita Taladriz, bibliotecaria de la Universidad Carlos III de origen babiano; José María Hidalgo, vicesecretario del Consejo Superior de la Casa, y Manuel Gancedo, vicepresidente del Club Xeitu.