Los periodistas defienden una profesión libre y digna

El casi medi o centenar de periodistas que al mediodía sde ayer se concentraron frente al edificio de Botines de la capital leonesa para protestar por sus condiciones laborales, con motivo de la celebración del día de lucha en los medios de comunicación, contaron con el respaldo de un grupo de representantes del sector minero, así como de los sindicatos UGT y Comisión Obreraso partidos políticos como IU. El colectivo minero quiso expresar en esta ocasión el agradecimiento al tratamiento de las protestas protagonizadas en las últimas semanas después del recorte presupuestario anunciado por el Gobierno central.

Después de la lectura del manifiesto, los manifestantes se trasladaron al cercano Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial, donde desde anteayer se encuentran encerrados seis mineros de las diferentes cuencas de la provincia. Allí los periodistas se solidarizaron con su causa, algo que se hizo recíproco cuando los mineros encerrados se dirigieron a los manifestantes para pronunciarse al respecto y explicar que «sin periodismo no hay democracia, y sin periodismo libre menos», augurar que estas situaciones «sólo se arreglan con lucha y unidad» o que sin periodismo «la democracia no es nada», dijeron.

Bajo el lema «Quieren acabar con todo y no quieren que lo contemos», los periodistas leoneses volvieron a salir a la calle para reclamar dignidad en el desempeño de sus puestos de trabajo ante una situación «tan preocupante» que se pretende «hacer oír nuestra voz» a la sociedad con el fin de recordar que «sin una prensa libre y comprometida con la verdad, la democracia hace aguas por todos lados», rezaba el comunicado que se leyó durante la concentración.

También se puso de manifiesto que los medios privados tienen una situación económica «cada día más precaria» que hace que las empresas estén funcionando “con plantillas mínimas” que con el tiempo se limitarán «a conocer teletipos o notas de prensa» y que viven una situación «que se complica día a día» con reducciones de plantilla que ronda el 40% en los últimos cuatro años.

Por otro lado, se hizo un llamamiento para no trabajar «gratuitamente» pero tampoco «con dobles escalas salariales» que echan del mercado a los periodistas más veteranos y «condenan» a los nuevos a salarios «muy bajos» con condiciones laborales «muy desventajosas». Además, los despidos se han convertido en «el pan nuestro de cada día» sin que la situación empresarial permita «margen de maniobra» con la que evitar «esta sangría».

Por último, se puso de manifiesto que los medios «tienen aún y siempre tendrán un papel en la sociedad» y se denunció que las administraciones públicas «aprovechen» un presupuesto destinado a anuncios y promociones publicitarias para «chantajear» a los medios de comunicación con aportaciones económicas a cambio de la publicación de informaciones «a la carta» y «afines» a la formación política «de turno».