Diario de León

El invento del maligno

Huevos

josé maría cillero

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Ahí me gustaría a mí ver a Jean Jacques Rousseau y a toda la cohorte de pensadores prerrománticos, que propugnaban el retorno del hombre a la naturaleza. Anda que iban a haber aguantado un día en el programa, sin lavarse, devorados por los insectos y con un taparrabos, en el caso de ellos, y braga de trapo y sujetador de hojas de árbol, en el de ellas, por todo vestuario. «Jean Jacques, deja las patatas a un lado y cómete el perro». Vamos, que se iba a acordar el autor de El contrato social de aquello que escribió sobre que si la civilización había envilecido al hombre, mientras se volvía corriendo a Suiza desde Togo. Y no iba a ser para menos. Lo de Perdidos en la tribu, de Cuatro, que ya va por su tercera temporada, es una vuelta de tuerca más al género del reality que, dadas las condiciones extremas a las que somete, -vives en un poblado sin comodidades, con nativos con los que no puedes comunicarte y, además, sigues aguantando a tu familia, saca lo peor de uno mismo.

Miren si no a Marie, concursante con su pareja, el anticuario Juan Carlos Berhanyer (hijo del diseñador), su vástago, Elio, y Lyz, su novia, residentes en Marbella. La tal Marie, que se presenta como organizadora de eventos VIP, va por su segunda aldea africana y con el carácter que se gasta le va a faltar continente. Entró, muy crecidita en su pijerío, queriendo protagonizar ‘Gunilla en la selva’ pero en cuanto la cosa se puso cuesta arriba acabó sacando la Belén Esteban que lleva dentro. Primero le echaron de una aldea etíope por negarse a que le afeitaran su rubia melena.

El concurso no quiso renunciar al juego que dan sus explosiones y reenganchó a ella y los suyos en Togo, al otro lado de África. Pues ni por esas. La de la Costa del Sol ha mostrado su tajante rechazo a que los Tamberma, el pueblo que ahora les acoge, maten perros para alimentrse. Ha llegado a levantarle la mano a un templado guerrero talla armario de ébano de tres puertas. ¡Qué tribu...!, de dónde saldrán estos salvajes, pensarán los Tamberma. ¿Quién tenía razón?, se revolverá en su tumba, ufano, monsieur Rousseau.

tracking