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Pablo de Azcárate, un leonés universal

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Opinión | Félix vidal

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La figura de Azcárate es clave para la comprensión de la política internacional de la primera mitad del siglo XX. A lo largo de su carrera diplomática desempeñó cargos como el de Secretario General Adjunto de la Sociedad de Naciones en Ginebra, embajador de la República en Londres durante los años cruciales de la Guerra y Civil y, por último, Secretario de la Comisión de la ONU para Palestina en 1948 cuando se crea el Estado de Israel. Ningún español desempeñó cargos internacionales de rango tan alto hasta la llegada de la democracia en 1977.

Pablo de Azcárate Flórez nació en Madrid en 1890 en el seno de una familia leonesa perteneciente a la burguesía liberal. Su padre Cayo era coronel de ingenieros y su tío Gumersindo fue uno de los fundadores de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). Tras cursar estudios de Derecho en la Universidad de Madrid, ganó la cátedra de Derecho Administrativo en la Universidad de Santiago a los 23 años convirtiéndose así en el catedrático más joven de España. Posteriormente, obtuvo la misma cátedra en la Universidad de Granada donde conoció y entabló amistad con Fernando de los Ríos, catedrático y futuro ministro del gobierno de la República. En 1918 resultó elegido diputado al Congreso por la provincia de León en la candidatura del Partido Reformista que estaba liderado por Melquíades Álvarez. Renunció al escaño y durante un breve período de tiempo desempeñó las funciones de director administrador en la Fundación Sierra Pambley en León.

Durante una estancia en Londres, becado por la Junta para la Ampliación de Estudios, contactó con medios internacionales, lo que le permitió presentar la candidatura para ocupar un puesto de funcionario en la recién creada SdN en Ginebra. En 1922 lo consiguió y empezó a trabajar en su Sección de Protección de Minorías convirtiéndose así en uno de los primeros funcionarios cuyo trabajo no dependía de un Estado sino de una institución de carácter internacional.

A pesar de residir en Ginebra nunca perdió el contacto con León donde pasaba parte de sus vacaciones en la casa familiar de Villimer, a orillas del Porma. La casa era visitada en el verano por familiares y amigos de los Azcárate, como Fernando de los Ríos y Antonio Garrigues, entre otros.

Azcárate tuvo que afrontar múltiples retos en sus quince años de servicio en la SdN. Cuando en el verano de 1936 se produce la sublevación militar en España, Fernando de los Ríos se encontraba disfrutando de unos días de vacaciones en la casa de Azcárate en Ginebra. Por indicación de Indalecio Prieto, Azcárate y de los Ríos se trasladaron a París para hacerse cargo de la embajada que había quedado vacante por la deserción del embajador Cárdenas. En los primeros días de agosto, se produce la deserción de otro embajador, en este caso López Oliván, que se encontraba en Londres. El gobierno de la República solicitó al gobierno británico el placet para el nombramiento de Azcárate como embajador en Londres. En este momento, el Duque de Alba ya residía en Londres como representante oficioso de Franco y los británicos no tenían especial interés en recibir a un embajador de la República Española, pero dado el indudable prestigio internacional de Azcárate, el placet fue concedido y éste presentó sus cartas credenciales ante el rey Jorge V el día 13 de septiembre.

En 1939, derrotada la República, se trasladó a París para poner en marcha y dirigir el Servicio de Evacuación de los Refugiados Españoles (SERE) por encargo de Juan Negrín, presidente del gobierno republicano en el exilio.

En 1948, Azcárate iniciaría su última etapa profesional trabajando para las Naciones Unidas en la cuestión de Oriente Próximo. Nombrado secretario de la Comisión de Palestina, su labor consistía en participar en la aplicación del plan de partición de la ONU de 1947, que recomendaba la creación de un Estado palestino y otro judío.

Pablo de Azcárate falleció en Ginebra en noviembre de 1971. Su hermano Justino regresó del exilio en 1976 y fue nombrado senador por designación real en las Cortes Constituyentes, su hijo Manuel, secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de España, fue candidato al Congreso por León en las elecciones generales de 1977.

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