Heras llena de color los ‘Corners’ de Vela Zanetti
El artista leonés expone sus últimas obras en pintura y escultura.
Carlos Álvarez de las Heras junto a un cuadro y una escultura de la exposición ‘Corners’.
Ningún artista leonés ha tenido una carrera tan pródiga en exposiciones como Carlos Álvarez Las Heras. Este joven pintor, cuyo trabajo más espectacular es el enorme mural que preside el vestíbulo de la Estación der Autobuses de la capital, ha visitado con sus cuadros la mayor parte de España y algunas ciudades de Europa. El pintor llega con sus últimos trabajos, en los que a partir de ahora hay que incluir la escultura, a la recoleta sala de exposiciones de la Fundación Vela Zanetti.
Lo primero que sorprende en la nueva muestra del joven artista leonés, es su abandono de las referencias picassianas que, aunque nunca quiso reconocer, tenía. Carlos Álvarez ha perdido con el tiempo una buena parte de la extremada brillantez de sus obras, en las que normalmente empleaba colores puros con la máxima intensidad. También va dejando atrás la línea, aunque esta siga teniendo una presencia importante que hace que muchos de sus cuadros se conviertan en dibujos coloreados. Las Heras dibuja con facilidad y gran desenvoltura, sin fijarse en ningún caso en las perspectivas, ni en otros corsés que puedan quitarle libertad a sus composiciones, aunque ello traiga consigo una cierta falta de rigor en sus composiciones. Las obras de este pintor están siempre llenas de dinamismo, de sugerente movimiento.
En la exposición de la Vela Zanetti, que ha titulado Corners (esquinas), trata de plasmar «originales espacios con ángulos imposibles en los que encuentra universos paralelos con personajes, en ocasiones personas, en otras animales, ingrávidos, melancólicos y flotantes».
La novedad en este caso son sus esculturas, dos bustos y la cabeza de un caballo, que representan a Don Quijote, Dulcinea y Rocinante y en los que el artista vuelve a encontrase con su manera primigenia de interpretar el arte.
Esta nueva aventura en las tres dimensiones, demuestra que Las Heras es un hombre dispuesto a no parar, a no quedarse en un punto, a no sentirse satisfecho con el trabajo realizado hasta el momento. Sigue investigando y buscando nuevos derroteros para su arte, y esto es importante.
Digamos finalmente que si algo caracteriza la obra de Las Heras, es que a nadie deja indiferente, desde su primera exposición en el Recreo Industrial, hace ya diez años, hasta el momento actual, el joven artista ha recorrido un larguísimo camino, pero apenas está empezando.
Carlos Álvarez es un pintor con enorme futuro al que solamente le falta un poco de reposo, de serenidad… un artista que tiene que tirar de las riendas de su creatividad desbocada para hacer obras más meditadas y más profundas.