Dallas

Opinión | rosa belmonte

D allas ha vuelto renovada pero con su esencia de siempre; Sálvame se ha renovado de forma lampedusiana, sin traicionarse. La serie, que TNT estrena mañana noche en España, tiene una subtrama de energías renovables que convive con el petróleo de siempre (o con el dulce, el que encuentran en Southfork). Dallas y Sálvame son de la misma familia, aunque no haya ningún Ewing en Telecinco. Sí hay energías renovadas, pero sobre todo coinciden en ese espíritu de culebrón al que la quimioterapia de Terelu (felizmente concluida) y el glaucoma de Matamoros han contribuido. El programa de Telecinco ha escenificado un fusilamiento falso. Las fusiladas creían que les iban a disparar. Los que cargaban los fusiles pensaban que había balas. Fue una farsa. No iban a echar a nadie a la calle, pero pusieron a los colaboradores en el brete de ‘nominar’ a sus compañeros. Las finalistas para irse fueron Karmele Marchante y Chelo García Cortés. El público con sus votaciones eligió a Karmele. Pero no la iban a echar del programa, la iban a mandar fuera del país como enviada especial. Si Dios no juega a los dados con el hombre, la ‘cúpula’ (como llaman a los que mandan en ese tinglado televisivo), sí. Parte de la renovación del espacio también tiene que ver con la nueva sección La parada de Sálvame , una ventana abierta a potenciales concursantes de El semáforo , a concursantes fallidos de Gran Hermano , a toda una galería de perdedores. Son como los jóvenes de Dallas , porque había que añadir carne fresca a Larry Hagman (J.R.), Patrick Duffy (Bobby) o Linda Gray (Sue Ellen). Elegir el término ‘parada’, algo tan de Tod Browning, les reafirma en lo que son. Y no lo digo por lo que tienen de ‘freaks’, sino por contribuir al gran espectáculo televisivo de cada tarde. No doy crédito cuando alguien dice que Sálvame es un programa de cotilleo. Sería como decir que es un programa de cocina. Por mucho que coman. Tanto Dallas (la nueva) como Sálvame presumen de autoconscincia. Saben que son culebronazos de marca mayor. That’s Entertainment .