Diario de León

El Museo Bíblico presta sus joyas de Alejandro Magno a un pazo gallego

La Diputación de La Coruña organiza la exposición con 15 piezas del museo leonés.

Imagen de archivo de la exposición ‘El itinerario religioso de Alejandro Magno’, que puede verse en el Museo Bíblico.

Imagen de archivo de la exposición ‘El itinerario religioso de Alejandro Magno’, que puede verse en el Museo Bíblico.

León

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Alejandro Magno viajará a un pazo gallego. El Museo Bíblico y Oriental de León ha decidido prestar algunos de sus tesoros a la localidad de Mariñán. La Diputación de La Coruña ha organizado en el pazo gallego -un edificio del siglo XVII declarado monumento nacional- la exposición titulada O enigma da estrela (El enigma de la estrella), en la que se exhibirán alrededor de quince piezas de excepcional valor, donadas a León por el conservador del Museo Bíblico, el anticuario parisino Francisco Antonovich. Es el primer ‘préstamo’ del museo leonés, que el pasado 11 de marzo cumplía tres años.

León se quedará el mes de agosto sin parte de las piezas que posee el museo ubicado en San Isidoro sobre la figura del conquistador Alejandro Magno. El pazo de Mariñán no se ha conformado con albergar entre el 3 y el 31 de agosto esculturas, monedas, bustos y bajorrelieves del rey macedonio, sino que impartirá cursos de lenguas -los mismos que oferta durante el año el Instituto Bíblico-, como sumerio, acadio, hebreo, griego, egipcio jeroglífico... También habrá talleres para que los niños se adentren en las escrituras cuneiforme y jeroglífica, talleres de teatro en sumerio y acadio y podrán conocer las matemáticas mesopotámicas.

Esperando a Cleopatra

El Museo Bíblico y Oriental lleva más de un año esperando las próximas obras de arte que conformarán una exposición con piezas únicas de Cleopatra, para la que prefiere no adelantar una fecha, a la espera de que las autoridades francesas concedan los oportunos permisos para traer a León nuevas ‘joyas’.

La exposición sobre la reina egipcia compartirá espacio con la de Alejandro Magno, de cuya dinastía -los ptolomeos-, desciende la propia Cleopatra. El pasado mes de febrero el museo que dirige Jesús García Recio recibía un pequeño adelanto: tres bustos de la misteriosa reina egipcia, procedentes también de los inmensos fondos de Antonovich. Las dos piezas más valiosas de la futura muestra, que llevará por título Cleopatra y las reinas de Alejandría, son dos bustos de la esposa de Julio César. En uno de ellos la reina porta como corona el buitre. La escultura, que exalta la juventud y la belleza de Cleopatra, debió ser realizada en vida de la reina. La cabeza del buitre, desaparecida, estaría erguida como una cobra. La otra pieza es una cabeza de la reina de la dinastía Ptolomaica a la edad de doce años, tallada en mármol, de época helenística.

La actual exposición, El itinerario religioso de Alejandro Magno, que en principio iba a ser temporal pero que se quedará definitivamente en León, incluye también una pieza de Cleopatra, conocida como el bajorrelieve de Cesarión. Es una estela, en la que Julio César aparece representado como un faraón, con los atributos del dios Amón, como la corona de halcón, y Cleopatra figura ataviada como la diosa Mout. También está el hijo de ambos, Cesarión, muerto a la temprana edad de catorce años, presuntamente asesinado y del que apenas hay representaciones. El Museo Bíblico tiene un ‘atasco’ de exposiciones, debido a las mil trabas administrativas que precisa sortear antes de que las piezas recalen en León. Aparte de la muestra dedicada a Cleopatra, el museo también tiene proyectada otra exposición sobre la grandiosa colección del emperador Rodolfo II (Viena, 1552-Praga, 1612), que también atesora Antonovich.

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