Benito y los indios
El invento del maligno rosa belmonte
El 9 de julio, unos salvajes atacaron en la India a una chica de 17 años durante 45 minutos. Unos periodistas de NewsLive Channel lo grabaron. Tomaron las imágenes, sin intentar evitar la agresión, y luego, orgullosos, emitieron el scoop en la televisión. El escándalo de todo el país viendo cómo una adolescente era desnudada y agredida por 20 tíos provocó las dimisiones del reportero (que llamó a un cámara y no a la Policía) y del editor jefe del canal, que sigue creyendo que hicieron bien. La exclusiva por encima del auxilio a la víctima. No hace falta ver la idealista estampa de The Newsroom para darse cuenta de lo que debería ser el periodismo (también con respecto a publicar muertes que no se han producido aún).
Comparado con el atroz suceso de la India, lo de Rosa Benito y el chófer en ‘Sálvame’ es de patio de colegio. Y la expulsión «temporal» de la tertuliana, una cuestión de disciplina escolar. Otra cosa es la posición de Telecinco escondiendo las imágenes de la trifulca, sustrayendo el vídeo de la web y evitando el comentario de bronca en otros programas.
Es verdad que la poco fina estampa de Benito cogiendo de la pechera a José María Franco, ex chófer de Rocío Jurado, son intolerables, pero hay una obvia correlación entre recogida y siembra. Si llevas a ese bocas al Deluxe y luego lo vuelves a llevar al programa diario a que revele que Benito llamaba Hortensia a Ortega Cano, no puede sorprender que la mujer estalle (el chófer grabó con El Dioni Dos piratas del volante, donde cantan que sobreviven de la tele y que son dos «moscones cojoneros»).
Lo de Benito puede ser llamativo aunque el machaque previo de Raquel Bollo a Chelo García Cortés por haber hecho de carabina de la hija de la Pantoja parecía peor. Pero una agresión física remueve Twitter. Y llega el control de daños, que ya se tenía la experiencia de La noria.
Esta semana, la web de cine Rotten Tomatoes tuvo que cerrar los comentarios ante las reacciones de los usuarios por las malas críticas a la última de Batman. El cliente no siempre tiene razón pero a veces da miedo.