Un inglés en París

Han sido necesarios 99 años para que un británico tomase París a golpe de pedal vestido de amarillo. Empezó el Tour del cambio con olor a ausencia, sin Contador y Andy Schleck. Pero tomó en seguida un aire shakesperiano con la batalla entre los ‘hermanos’ del Sky, tras destronar al último rey amarillo, al que solo le faltó llorar ante unos clavos en la carretera que pincharon todo su orgullo. Lo vimos todo desde casa, porque las cámaras del Tour nunca fallan: en los momentos que cubre de la carrera y en la captación del paisaje y las marcas de los patrocinadores

El pelotón va desgranando su drama y el entramado de motos y helicópteros nos ofrece la mejor producción del año, con permiso de las Juego Olímpicos al otro lado del Canal, que nos viene de postre. El Tour no para de ampliar sus mercados televisivos: los Estados Unidos de Armstrong, luego la Australia de Evans y ahora Inglaterra

Por la crisis de presupuesto, Pedro Delgado y Carlos Andrés nos han contado la épica en bicicleta desde los estudios de Madrid. La realización ha sido más esmerada que nunca, apoyando bien los comentarios certeros y jugosos. Hay que tener muchos tours a la espalda, dando pedales y dándole al micro, para poder hacer unos diagnósticos de carrera tan en línea

Aunque se echaba de menos una cámara propia con la visión personalizada de cadena, la sabiduría de Perico lo compensa todo.

El Tour de Wiggins y los Sky han dado espectáculo y asombrado al mundo tanto por el esfuerzo de los héroes de la bicicleta, como por el paseo visual sobre una Francia verde, poblada de castillos y con un gentío agolpado a los lados de la carretera, haciendo de este deporte solitario un atractivo de masas. A punto del centenario, el Tour se ha ido creciendo cada año, desde aquella época que solo llegaba por radio o en limitados rodajes en blanco y negro. Los chicos de los sesenta ya teníamos a los Anquetil o Bahamontes como héroes, recortando su foto en redondo para crear una chapa y hacer nuestras carreras a golpe de dedo. Del Tour nostálgico de andar por casa, al global en multipantal.