De editora a escritora tardía
Aunque Carmen Balcells la había denominado como «la gran señora de la edición» en España, Esther Tusquets llegó por casualidad a ese mundo. Nacida en Barcelona en 1936 en el seno de una familia burguesa, Tusquets, una niña «rarita y un poco ensimismada», según la describía ayer su amigo Jorge Herralde, sólo quería leer, escribir o ser actriz. Sin embargo, al acabar sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona se incorporó, en 1960, a la editorial Lumen, donde ejerció el cargo de directora y se puso al frente de emblemáticas colecciones. Entre ellas, las de ‘Palabra e imagen’, con autores como Camilo José Cela y Miguel Delibes y fotógrafos como Joan Colom o Ramon Masats, y ‘Palabra en el Tiempo’, dirigida por Antoni Vilanova, con autores como Céline, Joyce o Virginia Woolf. A principios del siglo XXI, tal como expresó en Confesiones de una vieja dama indigna, dejó de forma «abrupta» la editorial, aunque dijo que este hecho «no le hizo daño». «No sé por qué no me afectó, aunque quedé tocada por los conflictos internos y porque la relación de más de veinte años con algunas personas quedó rota», apuntó. Mujer que se reconocía «un poco desvergonzada y sin mucho sentido del pudor», sorprendió a sus amigos cuando en 1978, ya en la cuarentena, los invitó a una cena y les dio a conocer su primera novela, El mismo mar de todos los veranos, con la que obtuvo éxito entre crítica y público, aunque ella mantenía que tenía un estilo «latoso y complicado».