Uribarri

Con José Luis Uribarri se ha ido el penúltimo de los presentadores todoterreno, que lo mismo presentaba un concurso, un festival musical o el Telediario, logrando siempre una enorme solvencia en sus cometidos. Aunque últimamente trabajaba en una cadena privada de la TDT, Televisión Española supo reaccionar con prontitud ante la desaparición de Uribarri, considerado por todos como un hombre de TVE. Pocas horas después de su fallecimiento, ponía en antena un programa homenaje, rescatando imágenes de su archivo y mostrando testimonios de las personas que le conocieron y que trabajaron con él. También Antena 3 en El programa del verano, dedicó bastantes minutos al considerado como La voz de eurovisión. Me quedo con las lágrimas sinceras que no pudo reprimir Silvia Tortosa, su más cercana colaboradora del inolvidable Aplauso.

Uribarri perteneció a aquella generación de pioneros de la televisión, en la que se iba inventando todo sobre la marcha, a la que también pertenecieron el inolvidable Jesús Álvarez (padre) o la también desaparecida hace pocos meses Marisa Medina (nos queda José Luis Barcelona, al que los jóvenes profesionales que se le acercan deberían hacerlo en un reclinatorio). Muchos le tenían encasillado en el campo de los programas musicales. Fue en el que más destacó, desde sus transmisiones del Festival de Eurovisión, con sus predicciones siempre certeras, Aplauso , programa que dirigió y que surgió cuando muchos le daban ya por amortizado. Pero Uribarri había hecho de todo: informativos, entrevistas, reportajes, concursos y mucho trabajo detrás de las cámaras, ese que no se ve pero que dan bagaje profesional. Y por eso le encargasen lo que le encargasen, lo hacía bien, sabiendo cómo comunicar su calidez humana al espectador. En la segmentada televisión de hoy ya no quedan presentadores como José Luis. Hoy se grita, se busca meter el dedo en el ojo al entrevistado. ¿Ustedes se imaginan a Jorge Javier o a María Patino presentando un Telediario? Sería grotesco. Uribarri hizo de todo, y lo más importante, siempre con una enorme credibilidad. Se ha ido un todoterreno.