Los leones nazaríes vuelven a rugir diez años después en la Alhambra
La restauración, que incluye una estación meteorológica, ha superado los 2,24 millones.
El patio de los leones ayer, después de haber sido reinaugurado y abierto al público.
El Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, símbolo más conocido del monumento nazarí, volvió ayer a ser accesible al público, una vez concluido su complejo proceso de restauración iniciado hace una década, que recupera el pavimento de mármol blanco con el que fue concebido y su sistema hidráulico.
Este espacio, por el que los visitantes no podían pasear desde que en 1987 fue acotado para evitar la dispersión de la gravilla que cubría sus cuatro parterres, recupera así al aspecto que debía tener durante el mandato del sultán Muhammad V cuando fue diseñado en la segunda mitad del siglo XIV.
El proyecto, que comenzó a gestarse en 2002 cuando fue retirado uno de los doce leones que componen junto a una gran taza la fuente central que preside el patio, ha tenido un coste superior a los 2,24 millones de euros y ha movilizado a un equipo multidisciplinar de cerca de un centenar de especialistas e investigadores.
La intervención integral ha permitido recuperar la imagen de esta fuente y la restitución de su sistema hidráulico, de modo que la docena de esculturas vuelven a verter el agua, uno de los elementos más presentes y representativos de todo el recinto palaciego granadino.
Para garantizar un perfecto estado de conversación de los leones y la taza, que a lo largo de los siglos habían acumulado costras calcáreas y sufrido la invasión de diferentes elementos biológicos, el patio contará a partir de ahora con una estación meteorológica que permitirá evaluar comportamientos de los bienes que alberga en su propio microclima y tendrá un nuevo sistema de seguridad.
La intervención en el patio, que ha concluido con la colocación de 250 piezas de mármol blanco almeriense para cubrir unos 400 metros cuadrados de superficie, y la restauración de su circuito hidráulico fue acompañada también de una excavación arqueológica que constató el hallazgo de restos preexistentes en este enclave.
Además de la recuperación de los leones, la actuación ha permitido conocer el proceso minucioso que en su día se siguió en la ejecución de estas joyas escultóricas y descubrir que, aunque aparenten ser iguales, cada una de las «fieras» de piedra cuentan con rasgos singulares.
Pasadas las once de la mañana, el jefe del Ejecutivo andaluz, José Antonio Griñán, ha presidido el acto de reapertura del patio entre numerosos medios de comunicación y un gran aplauso ha seguido a la puesta en marcha del nuevo sistema hidráulico, que hizo que los leones y la fuente volvieran a verter agua.
Griñán ha destacado que los trabajos, llevados a cabo netamente por equipos andaluces, han podido no sólo restaurar los elementos de la conocida estancia, sino recuperar una parte sustancial de la historia, en una intervención que ha combinado «tradición y modernidad» y que permite ver y escuchar el patio como hace siglos.
La actuación garantiza en definitiva la permanencia de un espacio con el que se han deleitado a lo largo de los siglos millones de personas y que sigue situando a la Alhambra de Granada como el monumento más visitado de España.