Playas

Fernando Fernán-Gómez estaba en lo cierto al defender que las bicicletas son para el verano, afirmación tan difícil de rebatir como la de que la televisión y el periodo estival combinan peor que las rayas y los lunares.

Una verdad que cada semana se encarga de poner de manifiesto la abundante y carente de interés oferta televisiva del mes de agosto.

Sin ir más lejos, la nunca mejor dicho parrilla vespertina de este último y caluroso domingo proponía unas alternativas entre las que resultaba muy complicado decidirse.

Uno no sabía si ignorar el aparato sin encenderlo o tirarlo por la ventana apenas acabada la primera ronda de zapeo.

Siempre quedan los defensores del «no sin mi tele... puesta», para los que la mejor opción era la de calzarse las cangrejeras y sumergirse en ese viaje playero -por toda España primero, por la mexicana Baja California y la costa portuguesa después- de Cuatro con sus dobles entregas de Ola, ola y Callejeros viajeros .

No es el primer año que la cadena ahora en Mediaset solventa su oferta canicular con esos recorridos junto al mar repletos de friquismo, arena, edentulismo, vendedores ambulantes y soprepeso.

Y es que los casi ocho mil kilómetros de costa -1.900 de ellos, de playa- de la geografía española dan su juego. El programa de Cuatro permite descubrir que los bañistas de las playas andaluzas son en general más ruidosos y desinhibidos que los del Cantábrico, con alguna excepción, como la del trío de travestidos Las Fellini, de la playa de San Lorenzo, en Gijón.

Aunque en Levante también los hay sin complejos, como Iván Zayas, el Georgie Dann valenciano del Cabañal al que no hay que insistir nada para que te arree sin compasión su ‘Yo no soy camarero, soy socorrista’, coreografía incluida.

Ola, ola sirvió además, y esto es de una utilidad que no tiene precio para quienes a pesar de los pesares amamos incondicionalmente la tele, para poner cara, más de tres décadas después, al edificio de la cala de Cabo Cervera, en Torrevieja, que alberga los apartamentos del premio estrella del Un, dos tres.