Assayas contra Kitano en Venecia
Ambos directores son firmes candidatos al León de Oro con dos películas antagónicas.
Dos contrincantes muy distintos batallaron ayer en La Mostra: a un lado el arsenal intelectual de Olivier Assayas con Après mai, tapiz templado y melancólico de la adolescencia postmayo del 68, y al otro, el equipo japonés, mucho más violento bajo la dirección del maestro yakuza Takeshi Kitano. Assayas lucha con las armas de la templanza y el intelecto, pero vence, precisamente, por contar cómo asumió una derrota: la del ardor político sobre la expresión artística.
En Après mai, tras la explosiva serie para televisión de éxito internacional Carlos, el realizador repliega su artillería narrativa hacia una reflexión íntima sobre la adolescencia después de un mayo que no puede ser sino el de 1968, y en el que la juventud intentaba tomar el testigo de los protagonistas de la revuelta. «En la película hay mucho amor, naturaleza, ternura... pero la adolescencia se suele retratar casi como una caricatura, llena de fiestas, cuando yo la recuerdo como algo mucho más melancólico», ha explicado el realizador en Venecia. Tampoco lo pone fácil al espectador Takeshi Kitano, maestro del cine japonés y único director en competición de la 69 edición de La Mostra que ya tiene en su haber un León de Oro, el que consiguió con Hana-Bi. Flores de fuego en 1997, pero parece improbable que repita gesta con un filme que no se encuentra entre lo mejor de su filmografía. Outrage Beyond, segunda parte de Outrage, responde a la parte más hiperviolenta de un realizador que luego se ha revelado capaz de hacer sutiles pequeñas historias como El verano de Kikujiro.