El Quijote y las ranas mágicas

El pintor leonés José Manuel Chamorro tiene la rara virtud de sorprendernos en cada una de sus exposiciones. En esta ocasión, en la Casona de la Fundación Carriegos, muestra, bajo el sugestivo título de Hitos , una larga serie de dibujos de diferentes épocas, de distintos estilos y de técnicas divergentes. Además, el relato que transmite en sus cuadros lleva al espectador a conocer universos muy variados. Hay desde prodigiosos ejercicios con la plumilla o el lápiz, a carboncillos o pasteles, toda una extensa muestra de su manera de entender el dibujo.

Además, en Hitos nos encontramos con historias divertidas que nos llevan a penetrar en la naturaleza. O con profundas revisiones plásticas de obras literarias como El Quijote. Sin olvidar sus incursiones en la abstracción que nos hablan de las sensaciones y sentimientos del artista.

El pintor ha querido llamar Hitos a esta colección de dibujos, y nos explica el por qué: «La he titulado así porque es una exposición antológica, que muestra los distintos hitos por los que ha pasado mi trabajo hasta este momento. Desde el punto de vista formal es el desarrollo de toda mi personalidad artística, con las vivencias, planteamientos, dudas… que son la fuente de mi inspiración».

Las obras de Chamorro en esta ocasión están realizadas sobre papel, como corresponde a una colección de dibujos, pero conozcamos los distintos capítulos de esta muestra: «En uno de ellos repito el mismo tema que en otra exposición que hice en León, concretamente en el Palacio de Don Gutierre, hace ya algunos años; es El Quijote. Para mí, Cervantes habla en su libro de la existencia del hombre siempre en busca de su ideal. Creo que su protagonista, aunque entre las brumas de la fantasía, sabe perfectamente cuál es su proyecto de vida. Porque la angustia de los seres humanos es que nos tenemos que inventar nuestra propia existencia, quizá el problema de Don Quijote sea ese que encuentra en los libros de caballería su mundo de ilusiones, pero acaba topándose con la realidad, y eso es un auténtico drama humano».

La naturaleza, a través de las orillas de ríos pobladas de mágicas ranas que entre las espadañas esperan solamente un beso para convertirse en princesas; ciertos personajes mitológicos y las incursiones del artista en la abstracción completan los capítulos de esta interesante muestra. Chamorro vive en el filo de la navaja, unas veces se inclina hacia la abstracción y otras se queda en el realismo. «Yo paso de la realidad al expresionismo abstracto en solo un momento, en el tiempo que transcurre entre el terminar un cuadro y comenzar otro. No se trata de un proceso lineal, sino de algo visceral, íntimo, que se manifiesta según en que momentos. Yo entiendo la pintura como un arte total, creo que las imágenes son un lenguaje, y yo no voy a prescindir de ninguno de sus idiomas, ni siquiera de sus dialectos», aseguraba ayer, durante la apertura, el artista leonés.