Escenografías para hacer poesía visual
Sin perder referencias clave para la práctica del arte, como el surrealismo, el dadaísmo o el arte conceptual, Madoz se detiene en una interpretación del arte que nos invita a replantearnos lo cotidiano. Trabaja como un escenógrafo, manipula el signo y su presencia. Aborda sutilmente la ambigüedad que envuelve al mundo, jugando con el engaño y la ironía de los objetos. Recurre a toda suerte de metamorfosis: una caracola de mar convertida en flor, una cortina que se antoja partitura o una alusión a la idea del libro como un contenedor de voces.