Los juguetes enormes de Carlos Cuenllas
El artista leonés presenta en el Instituto Leonés de Cultura la exposición ‘Espacios creativos, tensiones e intersecciones, una de las más espectaculares del año.
Carlos Cuenllas estrena un enorme catálogo antológico de su obra, un voluminoso libro que recoge, ni más ni menos, que 451 de sus trabajos de escultura, pintura, fotografía e instalaciones, junto a una gran parte de los textos y artículos que sobre él y su obra se han escrito en los últimos tiempos. Su presentación se celebró en el transcurso de la inauguración de la muestra titulada, Espacios Creativos, Tensiones e Intersecciones , que ayer abrió sus puertas en el ILC.
En ella se ofrece la visión de instalaciones de enormes proporciones, junto con sus clásicas esculturas realizadas a base de tubos de acero inoxidable. Pero también algunos de sus «juguetes», como un Jeep de escala 1:1 en el que los visitantes de la muestra, sobre todo los más pequeños, podrán subirse. «Es una pieza —dice Cuenllas— que interactúa con el espectador, y que se relaciona muy bien que el espacio que le rodea que queda reflejado en el acero».
En otra de las obras hay la posibilidad de que se introduzcan dos personas, que pueden verse y relacionarse a través del espacio interior de unos enormes tubos que producen interesantes sensaciones a la reverberación de las imágenes y los sonidos Y también un enorme barco que, recordando algunas culturas primitivas, se puede convertir en un brillante ataúd mientras navega sobre las olas de un inmenso mar. Curiosamente, a través del análisis de su trayectoria se puede ver como existen una especie de territorios o espacios de creación que se tensionan. Y como consecuencia se producen intersecciones. Lo cual nos arrastra a una visión multidisciplinar, multitécnica y al mismo tiempo con una gran diversidad de planteamientos que tienen que ver tanto con la absorción de la tradición de la segunda mitad del siglo XX, como con el minimal y el pop. Parte el artista de una máxima capacidad de creación, totalmente libre, ajena a las corrientes y formulaciones». Cuenllas pretende en esta exposición una iteración entre piezas individuales y su aportación al conjunto, a la unidad de la propuesta.
Es una exposición muy variada, muy abierta, pero en la que se ha intentado que tenga un hilo conductor que la dote de una cierta lógica. Hay en la exposición un complicado laberinto translúcido, y una enorme ciudad que se vende por pisos en colaboración con una oenegé. Por cada moneda de 50 céntimos de euro que se entregue se iluminará una de los cientos de ventanas de los rascacielos de una ciudad que reluce en la noche. Y hay interpretaciones muy peculiares de pintura, basadas en enorme paneles pintados solamente con los colores básicos. Y unos cañones de luz de los que surgen figuras de conocidos creadores leoneses.