Te lo mereces

El invento del maligno Yolanda veiga

Hay un camino por el que es arriesgado transitar. El mundo de las emociones, tan íntimo y privado, ha sido paradójicamente explotado por la televisión, a veces hasta la vergüenza. Vuelven a estar de moda los programas que apelan a la lágrima y que Telecinco recuperó hace unos meses con Hay cosa que te quiero decir, el programa en el que Jorge Javier llora, pero no de risa. No le va mal como repartidor de las cartas y quizá haya sido este éxito de la competencia el que ha animado a Antena 3 a embarcarse en algo parecido. Porque ‘Te lo mereces’ está lejos de ser un concurso, es un híbrido raro entre el concursito de preguntas de toda la vida y el docu reality de historias de superación. Una mezcla rara que no ha convencido al respetable, que ha ‘castigado’ el invento con un estreno más que discreto (1,5 millones de espectadores).

La intención no puede ser más noble: ayudar económicamente a una persona que está pasando por un momento de dificultad. Pero sí es cuestionable exponer con tanta crudeza el drama humano al servicio del espectáculo, por mucho que luego entregues un cheque. ‘Te lo mereces’ es un programa extraño. Para empezar, el escenario es desconcertante, con esos focos discotequeros y Paula Vázquez en plan reina de la noche con vestido de color plata. Como si de un momento a otro fuera a salir un ballet de dance y no una familia en apuros. Te lo mereces alterna los ratos de concurso con el relato en detalle de los dramas y Paula muda el rostro y hace lo que puede, que es bastante.

Pero hay un algo que chirría. Si los ‘concursantes’ partieran de cero y fueran ganando dinero sería distinto, pero la mecánica es la inversa.

Parten de 150.000 euros y van restando a medida que fallan. Y eso les genera un estrés que no es ciertamente agradable de ver. No es nuevo eso de dar dinero a cambio de espectáculo, pero puede resultar grotesco.