El invento del maligno
La faena de El Cordobés
Tiene El Cordobés mucha faena por delante. Porque muy bravo tiene que ser el toro para provocar un escalofrío como el que provoca un sincero ‘hijo de puta’ dicho por boca de una chica a su padre. Así son los adolescentes... y los padres que el diestro se ha propuesto ‘amansar’ en Padres lejanos, el nuevo coach de Cuatro (ahora en la noche de los viernes porque el domingo ‘pinchó’). Es como Hermano mayor, pero con padres que merecen también un correctivo. Lo que hemos visto hasta el momento es una sucesión de golpes -incluida una vergonzante escena de dos hermanos a tortas en el garaje- e insultos. «Quiero un cigarro, payasa», «eres una perra», «desgraciado, mamón». Es el trato cotidiano de estos adolescentes a sus padres. Y al revés también hay escenas de vergüenza ajena: «Tú eres la última mierda aquí», «eres una farsante igual que tu madre», «¡quilla, paso de ti, que no me hables!».
Y cuando por fin cesan las descalificaciones intervienen los psicólogos: «Antes de insultar cuenta hasta diez». Pobre recomendación, ¿no? Porque no es que se les escape un taco, es que no saben relacionarse de otra forma. ¿Y El Cordobés? Pues hace lo que puede y, de momento, es poco menos que invisible. Él mismo ha reconocido que lo que le convenció del programa fue lo de ir a Argentina, los caballos... El cuidado de los animales es el ‘tratamiento’ que siguen estas familias para superar sus ‘desavenencias’ -pobres caballos con semejantes jinetes ‘desbocados’-, aunque la cadena parece más empeñada en recrearse en el conflicto que en la reconciliación. En el avance del siguiente programa, nueva ración de patadas e insultos. «Te cojo y te rajo», amenaza a la psicóloga una chica que horas antes se puso como un basilisco cuando dos lugareños querían hacer lo mismo con una oveja rajarla. Pero nada supera al chaval que persigue con un hacha a los novios de su madre
No nos extrañaría que los del programa le hubieran dejado llevar el hacha...