Grande Berlín

Crítica de televisión yolanda veiga

Solo el título, Un mundo mejor , ya invita a echar un ojo. La 2 no quiere renunciar a batallar en su pequeña parcelita, la de la calidad, y ha remodelado su programación con espacios nuevos como éste de Bertín Osborne para las tardes de los domingos. Es uno de esos programas de servicio público que no dan audiencia (el estreno se quedó en un pobre 1,8% y 214.000 espectadores) pero sí un motivo de existencia a la televisión pública. Más aún en estos tiempos en que el modelo está en crisis y cada vez se escuchan más voces que claman por un recorte de los canales que pagamos todos. Si es por rendimiento (audiencia) La 2 tenía que haber bajado la persiana hace mucho tiempo porque ya le han pasado por delante hasta las hermanas pequeñas de las ‘grandes’. En septiembre cerró con un 2,3%, calderilla.

Pero eso tiene que darles igual, o al menos no ser un impedimento para emprender nuevos proyectos cómo éste de Bertín. Un mundo nuevo nos muestra el día a día de los ‘invisibles’, gente con discapacidad que hacen, como dice el título, de este mundo, un sitio un poco mejor. No es un docu show para explotar el drama, sino todo lo contrario. Sin obviar las dificultades que tienen que afrontar sus protagonistas en lo cotidiano, el programa se fija en los logros.

Y Magdalena, que sufre una discapacidad intelectual, asegura que es feliz con su trabajo en el taller de sellos de coleccionista. Y sale el jefe hablando maravillas de ella y también su novio Tomás. «Me fijé en su cara y en su culito». Toma nota Bertín Osborne del asunto y luego llama a entrar en el plató «al culito» y le pregunta a Magdalena cómo le cocina, y quién lleva los pantalones en casa.

Sin frivolizar pero sin ahondar en lo lacrimógeno, como hacía Paula Vázquez en Te lo mereces .

Pues se lo merecerán todo, pero les ha faltado tiempo para quitar el programa. Ésa es la diferencia entre Antena 3 (y cualquier privada) y La 2. El espectáculo y el servicio público. Hacía tiempo que Televisión Española no nos daba una razón tan buena para salir en su defensa.