Estrategas

Nunca reparamos en la difícil tarea de los programadores televisión. Como estrategas del arte de la guerra, perdón por el oxímoron, apostados delante de los cuadrantes de programación a modo de planos de la batalla en los que desplegar sus ejércitos -series, concursos, ‘realities’- allá donde puedan hacer más daño al enemigo. Seguro que en los 13 tomos de la obra de Sun Tzu es más fácil encontrar inspiración para desenvolverse con éxito en la batalla por la audiencia que para chulearle unos millones a la Hacienda pública española con la mercancía que llega del país del dragón, una guerra a la que, a la vista de los detalles conocidos, se podía ir en chanclas.

Pero lo de programar y contraprogramar es misión de profesionales de temple, intuición y astucia. ¿Cómo plantear la respuesta a un fenómeno como el de ‘La Voz’ en Telecinco, cuyos telespectadores son verdaderos incondicionales? Antena 3 parecía dispuesta a poner patas arriba su parrilla para evitar el sacrificio de una de sus grandes series de factura nacional, ‘Gran Hotel’, que acaba de iniciar su segunda temporada coincidiendo con el concurso. Sin embargo, los nervios iniciales en la cadena de Planeta dieron paso a una decisión cargada de sentido común, salvar los muebles, mantener su día de emisión. ‘Gran Hotel’ arroja unos más que decentes resultados de audiencia, en torno a tres millones de espectadores fieles a las tramas de amores prohibidos, secretos de familia y mentiras ambientadas en un establecimiento de lujo de principios del XX. Una batalla perdida en lo que se refiere a cifras, este miércoles el programa de Telecinco superó los seis millones de televidentes, pero un buen registro para un producto que permite disfrutar de interpretaciones soberbias, como la de una avinagrada Concha Velasco o el epílogo magistral de un animal de la escena como Juan Luis Galiardo. Una derrota elegante de la que resarcirse al día siguiente con el regreso de El Barco , la serie de Juanjo Artero, Mario Casas y Blanca Suárez, que en su primera temporada se movió en los cuatro millones de espectadores.