«Quería levantarme para ir a rodar»
Javier Bardem ensalza la labor de Sam Mendes, a cuyas órdenes rodó ‘Skyfall’, la última entrega de James Bond.
Javier Bardem, que encarna al villano Silva en la nueva entrega de la saga James Bond, Skyfall , aseguró que la química durante el rodaje con Daniel Craig, el agente 007, y el director de la cinta, Sam Mendes, creó «esa cosa tan maravillosa que es querer levantarte para ir a trabajar». «De Daniel no me ha sorprendido nada. No lo conocía en absoluto, pero como actor sabía que era muy sólido, muy bueno y con una fuerza extraordinaria. Imaginaba que íbamos a hacer buenas migas y así fue», explicó en una entrevista con Efe el ganador del Óscar al mejor actor de reparto por No Country for Old Men ( No es país para viejos). « Nos conocimos, nos dimos la mano y supe que iba a ser fácil», añadió. «Bailamos el tango los dos juntos. Así lo sentí. Te sigue y te da cosas muy ricas. Fuera del rodaje, además, es una persona muy comprometida con lo que hace. Tanto él como Sam tienen un sentido del humor extraordinario con el que me hicieron reír sin parar, desde que llegué al rodaje hasta que me fui», declaró.
En esta ocasión Skyfall gira torno a la lealtad de Bond hacia ‘M’, la jefa de los servicios secretos MI6, cuyos errores del pasado regresan para acecharla. El MI6 es atacado y el agente al Servicio de su Majestad debe acabar con la amenaza sin importar el coste personal que suponga. Skyfall , la película número 23 de la franquicia, que tendrá su estreno londinense este martes y aterrizará en las pantallas americanas el 6 de noviembre, cuenta en su reparto con Albert Finney, Ralph Fiennes, Bérénice Marlohe, Naomie Harris y Ben Whinsaw.
El español desveló que la idea de participar en el proyecto surgió «hace unos años» en un evento celebrado en Los Ángeles, cuando el propio Craig se acercó a él y se lo propuso. «Le dije que sí, claro, que sonaba muy bien, pero siempre hay que leer el material. Lo que manda es la historia y cómo están creados los personajes. El guion era muy rico y trabajé con Sam en crear un villano roto por dentro, alguien con un objetivo muy claro. No es un megalómano, no quiere destruir el mundo porque sí. Eso lo hace más próximo al espectador», declaró Bardem.
Una larga franquicia
El actor confesó tener «cierto vértigo» al recibir el guion y darse cuenta de la magnitud de la propuesta. «Es imposible que no te vengan memorias e imágenes de las películas de Bond que he visto desde los 12 años al saber que estás a punto de entrar en la franquicia más larga de la historia, pero rápidamente me olvidé de todo eso y, como los demás, me centré en hacer mi trabajo», apuntó.
Bardem basó la creación de Silva en una noción: la incomodidad, una sensación que surge a raíz de conocer el pasado de su personaje y que explica en parte las razones de su aspecto y características físicas, que incluye el pelo teñido de rubio y una voz modulada. «Me atrajo poder entender de forma emocional, orgánica y epidérmica la situación de esa persona», indicó acerca de este nuevo enemigo de Bond, una etiqueta que ya es «un género en sí mismo» y que han interpretado antes actores como Christopher Lee, Robert Shaw, Telly Savalas o Donald Pleasence, entre otros.
Como tal se aproximó Bardem a él, a medio camino entre ficción y realidad pero asegurándose de su verosimilitud. «Tiene elementos de los villanos clásicos de Bond como homenaje al 50 aniversario de la saga, pero quise hacer de él alguien con los pies en el suelo aunque volase un poco alto también, que es lo que la gente espera de un personaje así», manifestó.
Su principal reto fue construir «el comportamiento o personalidad» deseada «en un espacio de tiempo limitado». «En realidad no tengo tantas escenas», explicó Bardem, cuyo personaje irrumpe en el filme pasada la primera hora de metraje.
Y lo hace en un plano secuencia magistral obra de Mendes que sirve para detallar la personalidad de Silva —«fue un reto como actor darle a Sam la escena que me pedía», concedió Bardem—, incluso con gestos y actitudes hacia Bond de contenido erótico que han provocado que haya quien sostenga que su personaje es homosexual.
«Yo basé mi trabajo en la incomodidad y esas acciones tienen como objetivo que Bond no sepa cómo reaccionar. La lectura que quiera darle cada uno que se la dé, pero bienvenidas sean las diferentes apreciaciones».