El paquete Bond

Tanta promoción con que íbamos a ver todas las películas de James Bond para que después nos hagan esta cutrez. Dos canales, Antena 3 y La Sexta, a los que también hay que sumar La Sexta 3, anunciando a bombo y platillo las bodas de oro del agente secreto más famoso del mundo con su saga completa (esto tampoco es exacto, porque hay películas no oficiales de 007 como Nunca digas nunca jamás o la comedia Casino Royale con David Niven y Woody Allen que no se incluyen en la cuenta) para que después las mezclen todas y algunas a horas intempestivas. Todo pensado para que los seguidores del agente con licencia para matar huyan del televisor. Porque ¿a quién se le ocurre iniciar el ciclo con Goldeneye, el primer Bond de Pierce Brosnam, habiendo habido antes otros cuatro Bond diferentes? ¿Y que la primera película de la saga, Agente 007 contra el doctor No, con el gran Sean Connery, la escondan este domingo en La Sexta 3 en horario de madrugada? De James Bond hay películas que se han puesto con relativa frecuencia por televisión y otras que hace décadas que no se han visto.

El sentido común diría que, puestos a emitir todas, las que hace más tiempo que no se ven y las vistas con buenas audiencias, apoyen a las que, televisivamente hablando, no han funcionado demasiado. Pero no, aquí se están emitiendo al libre albedrío, todo embarullado. Al margen de las tramas, la historia cinematográfica de James Bond es la de la sociedad de las últimas cinco décadas: la guerra fría y su final, las nuevas mafias, el terrorismo internacional, la promiscuidad sexual y el nuevo conservadurismo, la lucha contra el tabaquismo, la evolución de los iconos masculinos (y también femeninos)...

Por supuesto nada de esto se ha tenido en cuenta al programar el actual ciclo Bond. Los aficionados y seguidores de las historias de 007 no nos merecemos estos programadores sin criterio. Alguien les ha puesto sobre la mesa el paquete Bond y estos irresponsables televisivos no se han preocupado ni en ordenar las películas ni en saber que hay en ellas. Solo ponerlas al tuntún, como contenedores en los que incluir publicidad. El cine en televisión no se merece estar en manos de tantos irresponsables.