Los ilustres invitados

Por El siglo de Crémer desfilan ilustres invitados cuya presencia pasó a menudo inadvertida. Unas veces, llegan a León atraídos por vínculos familiares y nos dejan el regalo de sus versos, como ocurre en los casos de Antonio Machado o Ramón del Valle-Inclán. En otros, el paisanaje privilegia la siembra de bibliotecas o la celebración de misiones culturales. Es lo que hizo el dramaturgo Alejandro Casona, estrechamente vinculado a Canales, donde escribió buena parte de sus primeras obras. No obstante, las visitas no resultan siempre tan placenteras. Camilo José Cela se recuperó de los quebrantos de la guerra en una fonda de La Vecilla y el poeta Ángel González estrenó la docencia en Primout, mientras su familia curaba los miedos en Páramo del Sil. También el historiador Manuel Tuñón de Lara tuvo su etapa leonesa, en la que fue industrial panadero, compinche de Crémer y Pérez Herrero y corresponsal clandestino del académico Rodríguez Moñino, tío carnal de Mariano Rajoy. Otras estancias dieron su fruto literario, como la del ingeniero Juan Benet, que fundó en León su espacio novelesco de Región, trasunto de España. O dejaron vistosas estampas, como la campaña del filósofo Ortega y Gasset, diputado republicano por León.