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Cincuenta años sin un mal tono

La Coral Isidoriana celebra su primer siglo de historia con un concierto el viernes en el Auditorio.

De arriba abajo, la coral el año de su fundación (1962), en una actuación en 1969, junto al busto de Felipe Magdaleno (en 1993) y en un concierto este año.

León

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Felipe Magdaleno y Teodomiro Álvarez son los dos nombres que resumen los 50 años de historia de la Coral Isidoriana. Uno fue el fundador y pionero; el segundo, el renovador. El coro, uno de los más emblemáticos de León, por el que han pasado 150 voces, celebra el viernes su primer medio siglo con un concierto gratuito en el Auditorio en el que repasarán algunas canciones de su repertorio, que supera los 500 temas.

La coral, ligada a la colegiata de San Isidoro y auspiciada por el ahora abad emérito Antonio Viñayo, nació en 1962 como un coro de voces masculinas, aunque dos años después llegaban las primeras mujeres. En esa época Felipe Magdaleno recorrió la provincia de este a oeste y de norte a sur, magnetofón en mano, para recuperar canciones populares. Si frenética fue la búsqueda del ‘pequeño’ cura de Castroverde en pos de tonadas, canciones de bodas, alboradas, titos y jotas, no menos empeño puso el primer director de la Coral en grabar discos: 32 en diez años, desde la Pastorada que él compuso y se grabó en 1969 hasta el último disco de 1978. Del cancionero leonés a Bach.

El relevo

En enero de 1983 Felipe Magdaleno fallecía repentinamente mientras oficiaba una misa en la capilla isidoriana de Santo Martino. Tomó entonces la batuta Teodomiro Álvarez, natural de la localidad zamorana de Villamayor de Campos -curiosidades del destino- situada a sólo siete kilómetros del pueblo natal de Magdaleno. La llegada del nuevo maestro de capilla de San Isidoro, que por entonces era párroco en Mansilla, supuso un cambio en la trayectoria de la coral. El primer obstáculo que hubo de superar fue la enorme vinculación del coro al que desde el principio había sido su director.

Álvarez, amante del bel canto, siempre ha reconocido que fueron las voces de Alfredo Kraus y Mario de Mónaco, que escuchaba en discos, las que le inculcaron el amor por la música vocal. En cuatro años Teodomiro Álvarez renovó el coro y empezó a ‘educar’ las voces con ejercicios de técnica vocal, de impostación... Luego llegó la renovación del repertorio.

Si la gran aportación de Magdaleno fue la recopilación de la música de la cultura popular, Teodomiro prestó más atención a la polifonía clásica y se atrevió con los grandes maestros, Mozart, Bach... «pero sólo con obras que están a nuestro alcance», puntualiza.

Con Teodomiro Álvarez la Coral Isidoriana no solamente creció, amplió su repertorio y sus actuaciones, sino que se abrió más al mundo musical exterior. Empezaron a viajar a participar en festivales y a celebrar intercambios y colaboraciones con otras corales y orquestas.

Actualmente, la Coral Isidoriana la integran 45 voces, algunas ‘históricas’, desde la fundación del coro. Con alguna que otra subvención, más los ingresos que reciben por actuar en bodas (a razón de 600 euros), esta emblemática formación coral ha ido cumpliendo décadas sin más objetivos que mostrar en los conciertos el trabajo de los ensayos, que se repiten tres días a la semana.

Mucho trabajo para apenas quince conciertos al año, incluido el clásico del Sábado Santo en San Isidoro, donde cantan la misa que les dedicó Ángel Barja dos años antes de morir.

Durante esta segunda etapa han grabado una veintena de discos. La Editorial san Pablo contrató a la coral para llevar a cabo la grabación de toda una serie de himnos para la Liturgia de las Horas que ha tenido una gran difusión, aunque en ambientes concretos, en España e Hispanoamérica. También han grabado una serie de obras de música religiosa, misas corales, invocaciones eucarísticas y marianas, cantos sacramentales o misas populares.

Su repertorio es tan amplio que abarca desde las canciones populares leonesas a las de compositores tan conocidos en esta provincia como el propio Magdaleno, Pastrana, Barja, Haedo, Bedmar o Montes, con alguna incursión en el campo de la zarzuela pasando por la música sacra de Tomás Luis de Victoria, hasta los grandes nombres de la historia de la música, como Bach, Haydn, Mozart, o Mendelssohn.

Pero si hay algo que llama la atención es que en los 50 años de Coral Isidoriana no ha habido disonancias...