Un club de alterne persigue a ‘Torrente’
Las gamberradas de José Luis Torrente en la ficción, que han conseguido conquistar al público en masa, pueden salirle caras a Santiago Segura. Un juzgado de Madrid ordenó la pasada semana el embargo de las devoluciones que Hacienda pueda realizar a Amiguetes Entertainment, la productora de Torrente 4. Lethal crisis , hasta cubrir el pago de los 6.000 euros que adeuda como indemnización a la empresa gestora del club de alterne alicantino D’Angelo Palace.
Hace casi seis meses, un magistrado madrileño condenó a la empresa del célebre cineasta a abonar esos 6.000 euros por el incumplimiento de contrato con la mercantil que gestiona el local de alterne alicantino, que cedió sus instalaciones durante tres días para el rodaje de la película. Además, la sentencia dicta que en caso de demorarse el pago, se irán sumando intereses hasta que se resuelva el caso. Desde la productora Amiguetes Entertainment indicaron ayer que no podían ofrecer declaraciones sobre esta sentencia porque los directivos estaban reunidos. Sin embargo, Santiago Segura escribía en Twitter: «Bromas aparte, que un proxeneta buscando publicidad te denuncie por incumplimiento de contrato y una jueza le dé la razón es triste».
A estas palabras respondía Mario Gamero, el empresario que dirige D’Angelo Palace: «Ha tenido tiempo para pagar y no ha querido. No queremos publicidad y con lo que nos gastamos en abogados no ganaremos dinero. Pero lo que no vamos a estar es callados ante una situación así».
El empresario había ofrecido las instalaciones a cambio de un alquiler, pero la productora de Segura propuso realizar un intercambio: éste consistía en que el cineasta se comprometía a incluir en el metraje un plano donde se viera claramente el nombre del club y Torrente recomendaría verbalmente el local como «lugar de lujo asiático». Según la sentencia, ninguna de estas condiciones se observan en el filme.