El Cabildo quiere sacar los colores a la Virgen del Dado de la Catedral de León

El Cabildo tiene un plan. Sabe exactamente dónde invertirá la recaudación de la taquilla de los próximos meses. El dinero procedente de los 5 euros que cuesta entrar al templo gótico se destinará a devolver el colorido original a la Virgen del Dado y a toda la portada norte. Es una restauración prioritaria.

La fachada septentrional del edificio, ‘engullida’ por el claustro, podría recuperar en los próximos meses sus pigmentos primitivos. De momento, el administrador de la Catedral, Mario González, no se atreve a aventurar el presupuesto de una obra que puede deparar sorpresas. Y es que la policromía que hoy es visible fue un ‘repinte’ del siglo XV, por lo que es posible que tras un ‘lavado’ y saneamiento aparezcan los tintes originales.

La idea es realizar una limpieza de la portada y eliminar las humedades. Después, los técnicos dictaminarán las enfermedades que sufre la piedra en la zona más sombría del templo, pero no exenta de ‘enfermedades’.

La portada norte es conocida por una de las imágenes más emblemáticas de la Catedral, la Virgen del Dado. El conjunto no es visible desde el exterior, sino únicamente desde el claustro. Consta de una sola puerta denominada de la Virgen del Dado, realizada en la última década del siglo XIII. El tímpano está coronado por una estatua de Cristo dentro de una mandorla, rodeada por ángeles. Las jambas están decoradas con estatuas de apóstoles y la escena de la Anunciación.

La rehabilitación de la portada de la Virgen del Dado no es el único y próximo objetivo del Cabildo, que también quiere resolver el ‘conflicto’ que plantean las 23 esculturas de la fachada principal de la Catedral, alojadas desde hace cuatro años en el claustro del templo.

Santos descalabrados

El Cabildo ya no espera subvenciones. Por eso, está a la espera de que la Junta dictamine el estado de conservación de las 23 esculturas apeadas en julio del 2009 y trasladadas al interior. Todo parece indicar que las estatuas de apóstoles, santos y vírgenes no podrán volver a sus peanas, debido a su delicado estado de conservación. Los responsables del templo gótico están dispuestos a costear réplicas exactas para una fachada que lleva desnuda demasiado tiempo. Catedrales como las de Notre Dame o Siena no lucen en el exterior sus esculturas originales. En el siglo XIX el célebre Viollet-le-Duc no sólo colocó estatuas nuevas en la catedral francesa, sino que puso su propio rostro a alguna escultura decapitada. En la Catedral de León, la Virgen Blanca, la única figura que no fue apeada del pórtico, es una réplica, realizada por el artista leonés Seoane en la década de los cincuenta para sustituir a la original, que se encuentra desde entonces en el interior del templo gótico. Los técnicos contratados por la Junta sometieron a las 23 estatuas a varios análisis para averiguar sus ‘dolencias’ y determinar si, tras una restauración, era viable o no volver a exhibirlas en el exterior del edificio gótico. Su situación era tan crítica que fue necesario aplicarles «cuidados paliativos». La Virgen del Dado, en la fachada Norte ha servido de «cobaya» para estos estudios, ya que conserva parte de sus revestimientos pictóricos originales; a diferencia de lo que ocurre con las esculturas del pórtico occidental, desprovistas de colorido por el paso del tiempo. La espesa capa de suciedad que han acumulado, unido al desgaste del paso del tiempo, han borrado cualquier resto de la policromía original. Las esculturas son obra de diferentes maestros y épocas (entre los años 1280 y 1458).

Si Junta y Cabildo acuerdan colocar réplicas en el pórtico, las originales, albergadas de forma temporal en el claustro, tendrán que encontrar cobijo en el Museo. Nadie sabe a ciencia cierta cuántas veces las estatuas del pórtico han sido movidas.

El Cabildo ignora cuánto cuesta hacer réplicas, pero sí tiene claro que se pueden hacer reproducciones exactas en diversos materiales, como resina. Será la taquilla la que sufrague, en todo caso, estos ‘dobles’.