Saltos y galletas

La primera expulsión de Gran Hermano, forzada claro, ha sido la de Álvaro. El intelectual de esta edición, cegado por el ansia y aturullado por el vocerío de los compañeros, no vio la tirolina y se tiró a la brava sin mirar lo que tenía debajo. Había una pequeña colchoneta pero él cayó a la red. Corriendo al hospital con dos brazos rotos y aún así, Telecinco sigue adelante con el reality de los trampolines, ¡Mira quién salta!.

Podían haberlo llamado Desafío extremo, pero ya estaba cogido. Y Expedición imposible, también; y además no querían liar a Raquel Mosquera.

A la peluquera la aventura en el desierto se le quedó pequeña y ahora se mete a hacer acrobacias en la piscina con un puñado de famosos de la Segunda División de nuestra televisión. La mayoría, reciclados de otros programas que no les dieron la suficiente gloria, ni el suficiente dinero como para vivir de las rentas: Tamara Gorro, de oficio desconocido; Piero el exgran hermano y amigo o lo que sea de Demi Moore; la pija de Mujeres ricas Mar Segura... y Olvido Hormigos, la concejala de Los Yébenes.

Un nivelón, vaya. Como socorrista de piscina, el atlético Jesús Vázquez. Antena 3 prepara un clon del programa de Telecinco (o igual fue el revés pero Telecinco lo ha anunciado antes, que para estas cosas son más vivos que la competencia).

Dicen que quieren fichar a Jesulín para que le haga la competencia a su hermano Víctor, uno de los fichajes de ¡Mira quién salta! y a Falete, a ver si los saltos del trampolín se le dan mejor que el examen del carné de conducir.

Ya pueden extremar las medidas de seguridad, ahora que a todos les ha dado por tirar a la gente desde las alturas para divertimento del personal. Pensando mal igual lo que quieren es que se peguen el galletón, como el pobre Álvaro. Si lo expulsan pronto de Gran Hermano lo mismo llega a tiempo para apuntarse a ¡Mira quién salta!.