Flipy: «El cómico es el portavoz de lo que ocurre en la calle»

Flipy, que de pequeño era Enrique Pérez hasta que su tío le descubrió durmiendo con los ojos abiertos, llega hoy al Auditorio Ciudad de León con Esa mano amiga que es David Amor. El científico loco de El Hormiguero trae su monólogo «en un sobre», dispuesto a dar un repaso a la actualidad.

—¿Con la que está cayendo la gente tiene ganas de reírse?

—Sí, totalmente. Siempre es buen momento para reírse.

—¿Y usted de qué se ríe?

—Me hacen mucha gracia las películas de los hermanos Marx o sacar de contexto discursos serios, como los de Nixon.

—¿Bárcenas y cía no son un buen filón?

—Llevamos el monólogo en un sobre... El cómico es el portavoz de lo que ocurre en la calle.

—Tendrá que cambiar el monólogo a diario e improvisar, con todo lo que ocurre...

—No cambia tanto. Nos engañan los mismos con las mismas artes.

—¿Cómo es ‘Esa mano amiga’?

—Abierta a que la gente la estreche y pasemos un buen rato.

—¿David Amor es realmente un amor?

—Sí, es un encanto de compañero y un gran cómico. Es un gusto trabajar con él. Nos presentamos uno a otro y cada uno hace su texto con su estilo. Nos une el buen rato que pasamos viajando juntos.

—¿Nunca salió chamuscado de los experimentos de ‘El Hormiguero’?

—No. Lo cierto es que no. Siempre salí bien, aunque estuve a punto de chamuscarme.

—¿Tenía un juego de química de pequeño?

—Me gustaba la magia. Eso me llevó a tener curiosidad por la ciencia. Tenía un juego de magia Borrás.

—¿Le han dicho que se parece a Berto Romero?

—Sí. Un día nos juntamos en el programa de Buenafuente Berto Romero, Luis Piedrahita y yo para dejar claro que éramos tres.

—¿Quién le puso Flipy?

—Un tío mío, porque de pequeño yo dormía con los ojos abiertos. Así que es un mote que tengo desde pequeño.

—¿Con qué flipa Flipy?

—Con mi perra, cuando lo paso bien con mis amigos o estando en buena compañía.

—¿Cómo se monta un monólogo?

—Observando y queriendo contarlo, con un toque surrealista y llevándolo al extremo e incidiendo en la actualidad.

—¿Los políticos son más graciosos de lo que se creen?

—Cuando alguien se cree gracioso no suele serlo. En general los políticos lo son poco.

—¿Es más difícil el humor en un teatro?

—Cada disciplina requiere un trabajo. El contacto con el público es más complejo, pero es muy especial.

—¿Qué pasó realmente con ‘Guasap’?

—Digamos que teníamos un coche muy bonito pero que no entraba por la puerta del garaje.

—El programa era con el humorista leonés Dani Martínez, ¿no ha hecho ningún monólogo con él?

—Produce este espectáculo ( Esa mano amiga ), aunque tiene su propio espectáculo. No he trabajado con él en un monólogo.

—¿No notan la crisis?

—Sí, por eso hay que hacer ajustes. La subida del IVA ha sido un disparate y muchas compañías no pueden salir de gira. Al final se destruye más industria de la que se crea.

—¿Por qué tienen tanto éxito los monólogos de la Paramount Comedy?

—Supusieron una ruptura con el humor que se hacía hasta entonces. Llevamos trece años haciendo monólogos. Los temas empatizaban más y en directo se hacen textos más atrevidos que en la televisión y la gente lo agradece.

—¿Su público es sólo joven?

—Hay de todas las edades. Es un público ecléctico.

—¿Cómo sale al escenario a hacer reir cuando tiene un mal día?

—Precisamente, cuando tienes un mal día lo que te apetece es subirte al escenario y desconectar.