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La memoria de los paisajes

El berciano Enrique Sarabia expone en la Fundación Vela Zanetti.

Uno de los paisajes que Enrique Sarabia exhibe en la Fundación Vela Zanetti.

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marcelino cuevas | león
León

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Enrique Sarabia es un artista peculiar y fantasioso. Tiene a gala ser autodidacta, pero asegura que está quemando etapas a ritmo acelerado para ponerse al día en su pintura. Quizá por eso en sus exposiciones hay siempre varios estilos que poco tienen que ver entre sí. Tampoco son unos consecuencia de otros. Sarabia ha llegado a un momento en el que cree que ha superado el realismo, pero en el que no acaba de integrarse en la abstracción, ni en ningún otro ismo. Así nos encontramos en la exposición que acaba de inaugurar en la Fundación Vela Zanetti, con un apartado en el que los cuadros son claramente impresionistas, que en verdad es lo suyo, con algunas citas al hiperrealismo, y con unas voluntariosas incursiones en la abstracción. El pintor tiene una peculiar manera de inspirarse, sobre todo en su versión paisajística. «Yo -dice- nunca pinto del natural, ni siquiera baso mis cuadros en fotografías. Cuando camino por la naturaleza, cuando me dedico a la pesca en los ríos leoneses, procuro impregnarme de los paisajes que disfruto. Después, en la soledad del estudio pinto y pinto de memoria y, creo, con grandes dosis de imaginación, esos paisajes que son solamente míos, porque no están en ninguna parte».

El encerrarse en las propias vivencias tiene un problema, el artista se repite una y otra vez, en sus cuadros hay casi siempre un río serpenteante, una vegetación pobre y un fondo de montañas. Son obras bien resueltas, pero en las que el autor, como decimos, se repite en demasía.

En esta ocasión Sarabia ha intentado situar su punto de mira en otros escenarios. Se ha ido a la orilla del mar y allí sí, según confiesa, «Me he basado en la observación en directo y en fotografías que he realizado sobre el terreno». Bueno, pues en este caso sus pinturas muestran una mayor consistencia. Sus pinceladas son más sueltas y los colores tienen un toque de originalidad muy interesante.

Y, por fin, vamos a su capítulo de expresionismo abstracto. Esta serie de cuadros es divertida, colorista, pero carente de fondo. Es un elogiable intento que haría bien en dejarlo en eso, en un intento que hay que olvidar.

Enrique Sarabia ha titulado esta exposición Paisajes de memoria, y a eso es a lo que se debe dedicar con mas pausa y otras consideraciones. No hay que avergonzarse de copiar las maravillas naturales, es la mejor forma de conocerlas y disfrutarlas. Bien está poner la imaginación y la memoria al servicio de una forma de pintar, pero teniendo los modelos al lado ¿por qué no utilizarlos? El día en el que Sarabia decida dedicar todo un mes a la realización de cada uno de sus cuadros, en vez de una tarde. Cuando se decida a pintar de natural o, incluso, a través de la realidad fotográfica. Cuando se olvide de los experimentos y deje la fantasía para otras historias…entonces tendremos en León otro gran pintor, porque cualidades no le faltan, ni mucho menos.