Los españoles salen del British
‘Del Renacimiento a Goya’ muestra por primera vez en España en el Museo del Prado lo mejor de los 200 dibujos de maestros españoles que conserva el museo londinense.
«El dibujo es la base de todas las artes. Sobre él se soportan la pintura, la escultura o la arquitectura, de modo que quien diga que es un arte menor tiene una percepción errónea de su importancia o desconoce la historia del arte». Lo dice José Manuel Matilla, conservador jefe de dibujos y estampas del museo del Prado y coordinador de la muestra El trazo español en el British Museum. Dibujos del Renacimiento a Goya , con la que el museo revisa los cimientos del arte. Por primera vez logra traer a sus salas lo mejor del dibujo español de la inigualable colección del Museo Británico. Un viaje de tres siglos a través de 71 pieza excepcionales que en su mayoría no habían regresado a España desde su salida y de las que es posible disfrutar gracias al empeño de la Fundación Amigos del Museo del Prado.
Mark P. McDonald, conservador del gabinete de dibujos y grabados del British, es el comisario de una muestra coordinada por Matilla y que va del siglo XVI hasta el siglo XIX. Es lo esencial de una colección considerada como una de las más notables del mundo por la excepcional calidad de sus obras. Un reflejo del exquisito gusto que desarrollaron los coleccionistas británicos por el arte español a lo largo del siglo XIX y a los que la exposición homenajea. «Gracias a ellos el arte español tiene la fortuna de ser lo que es en el mundo», reconoce Matilla. Destaca el «excepcional estado de conservación de la mayoría de las piezas y su variedad» de modo que «constituyen una pequeña historia del dibujo y sus técnicas». Apenas algunas de estas 71 obras -66 dibujos y 5 estampas- se había visto antes aquí, lo que hace única a esta muestra que amplía la que ofreció el British a finales del año pasado y que visitaron 400.000 personas.
Es lo más brillante de los más de 200 dibujos de artistas españoles que atesora el museo londinense. Aunque llega al Prado con notables variaciones, mantiene el orden cronológico y por escuelas regionales. Un recorrido que arranca con una espectacular Cabeza de monje de Zurbarán, sigue con los maestros renacentistas como Berruguete, para recalar en otros grandes genios del Siglo de Oro como Murillo, Cano y Ribera. Culminar con la potente obra de Goya, figura estelar del conjunto de las colecciones de arte español del British.
Rareza
Entre todos los originales brilla, por su rareza más que por su factura, un dibujo atribuido a Velázquez, Apuntes de dos caballos en corveta y jinete, uno de los apenas cinco que en todo el mundo se atribuyen al genio sevillano. Se aprecia en la selección el poderío y la seguridad del trazo de Ribera en el Santo atado a un árbol, y la originalidad de Murillo en dibujos como San Miguel Arcángel y Las lágrimas de San Pedro. La modernidad de Goya se atisba en obras como Don Quijote acosado por monstruos , que se exhibe junto a otros siete dibujos como El agarrotado, Locos, Por linaje de hebreos o Infierno.
Piezas que dan prueba de la variedad de registros y técnicas de dibujo que dominó el genio de Fuendetodos, del lápiz a la aguada pasando por la sanguina o el plumín de tinta parda. «Goya es un caso excepcional de talento en el dibujo, que siguió practicando en la vejez y que da pruebe de la singularidad de su genio» apunta Matilla. «En el dibujo está toda la frescura que luego se pierde en la pintura» insiste Matilla, que pone como ejemplo el soberbio y diminuto retrato a sanguina del duque de Wellington, Arthur Wellesley, dibujado por Francisco de Goya y cuya personalidad «se refleja mucho mejor en este dibujo que en el posterior retrato al óleo del artista aragonés» según el conservador.
La muestra rompe además el tópico según el cual los artistas españoles no se interesaron demasiado por el dibujo, cuando su aprecio como fundamento del ejercicio del arte estaba bien establecida en el arte español durante el periodo del Renacimiento hasta el siglo XIX. «Evidencia la consideración del dibujo en el arte español como una técnica bien establecida desde el Renacimiento hasta el siglo XIX y echa por tierra el supuesto desinterés de los artistas españoles por el dibujo» según Miguel Zugaza, director del Prado.
Los dibujos de los maestros españoles fueron muy valorados y se coleccionaron en el Reino Unido desde mediados del siglo XIX. Un fenómeno que refleja el creciente gusto por el arte español, alentado por la publicación de los dos volúmenes.