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Javier Fernández Arribas periodista

«El cliché ese de que los moros vienen en patera se ha terminado»

Tras once años en la Cadena COPE, como enviado especial en la guerra del Golfo y en la guerra de Croacia, pasó a Onda Cero para cubrir la guerra de los Balcanes. «En donde aprendí el valor de la prensa regional y que el mundo no se acaba en la Castellana».

En la parte superior, Javier Fernández Arribas. A la izquierda, la portada de su nueva revista.

León

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Punto Radio le dio la ocasión de llegar a ser director de informativos. «La crisis y avatares de gestión del grupo hicieron que importara más la cuenta de resultados que la calidad». Ahora es un emprendendor que colabora en diversas tertulias y que se ha lanzado a la aventura de poner en marcha una revista para que España y el Norte de África estén un poco más cerca. Y de paso por León, muestra orgulloso su proyecto al público. Toda una aventura a la que se lanza con plena ilusión y mucho trabajo.

—En qué consiste el proyecto?

—Es una iniciativa independiente de dos periodistas y un señor que vive en Tánger que pensamos que España debe de jugar un papel en el Norte de África muy importante y en los medios de comunicación. El soporte publicitario arrancará más fuerte ahora que ya estamos en la calle y queremos cubrir un hueco en el análisis. Queremos contribuir a que los pueblos de las dos orillas se conozcan y se entiendan mejor. Intentamos que la gente de los dos lados se conozca mejor, que los políticos sigan haciendo su trabajo bien, que haya relaciones empresariales entre los dos puntos y que se acabe la idea de los moros en patera porque marroquíes y tunecinos vienen a España a hacer sus negocios y a hacer turismo. Hay casi 400.000. Ha evolucionado mucho todo y sin embargo en Argelia y en esa zona los clichés son caducos. El progreso de los dos sitios va a ir en beneficio de los españoles que pueden capear la crisis gracias a los negocios que están haciendo.

—¿Por qué esta iniciativa?

—Porque había un hueco y una necesidad. Cuando se produjo el desmantelamiento del campamento de El Aaiun se habló de genocidio, de masacre... Luego, de los ciento y pico muertos, once eran policías y había una desinformación y unos intereses de enfrentamiento tremendos para distorsionar la realidad. No hay que estar a favor ni en contra de Marruecos, de los saharauis o de los argelinos. Lo que queremos es tratar con respeto la actualidad que ocurre en estos países y analizarla y contarla lo mejor posible. Marruecos camina hacia la democracia y se ha librado de la primavera árabe como Túnez, Egipto o Siria.

—¿Hay posibilidad de poner fin a estas revueltas?

—Con el progreso sí. Hemos tenido el caso del tunecino que se quemó a lo bonzo porque le impedían tener una actividad económica para dar de comer a sus hijos. Le quitan el carro y lo asfixian y su única forma de protestar ante la miseria a la que le condenaban era suicidarse a lo bonzo. América Latina estaba en crisis y está creciendo un 5% y es otra historia. Las guerrillas han desaparecido. Pues en estos países árabes quiere libertad, vida digna, un sustento que poder ganarse, dar estudios a sus hijos y dentro de sus costumbres que no vamos a cambiar del todo, tener sus cuotas de democracia y libertad sin miseria.

—¿El Islam es un problema o una salida?

—Es una forma de vida. Eso condiciona muchos comportamientos. Hay una minoría ínfima que son los yihadistas que hacen una interpretación adecuada a sus intereses. El objetivo de Al Qaeda es desestabilizar la zona para poder alcanzar el poder. En Laen no quería atacar a Estados Unidos para otra cosa que no fuera debilitar a un país que apoyaba a Arabia Saudí, fuerte gracias a sus plataformas petrolíferas. Por eso han instaurado un régimen de terror y contra la mujer. La gente que sigue el Islam es como nosotros. Aquí en Alemania tenemos Democracia Cristiana y no pasa nada. La Reina de Inglaterra es la jefa de la Iglesia Anglicana. España tiene Semana Santa.. El Islam lo que necesita es un Concilio de Trento y separar la religión del Estado. Puedes tener una religión pero el Estado ha de ser otra cosa. Ahí el problema es que como ocurre en Irán, se mezclan los intereses de los ayatolhas que quieran controlar el poder. Turquía y Marruecos funcionan con el modelo islámico que convive con monarquías y con parámetros de respeto a los derechos humanos.

—¿Hacia dónde caminan las dos partes?

—Nosotros lo que queremos es que España esté presente en una zona muy importante del Mediterráneo que tiene poder para controlar el turismo, la seguridad y el comercio. La revista está muy enfocada al interés político y empresarial. Que cuenten qué oportunidades pueden brindarles sectores del turismo argelino o marroquí. También tenemos tendencias que no se limitan solo a lo económico y lo político sino también a las cuestiones de la gente. Turismo, viajes, moda, gastronomía, fútbol y deporte... Argelia y Marruecos se paralizan con los Madrid-Barça. Los campeones Nadal, Alonso y compañía también tienen un gran tirón allí. En el segundo número incorporamos el Faro Financiero, un apartado para la visión global de las perspectivas del mundo. Queremos poner en valor a España en el mundo árabe. Mohamed VI pidió a su Gobierno que ayudara a los españoles y nosotros somos de la misma filosofía.

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