Ada y Anne

Crítica de televisión yolanda veiga

TVE ha justificado la cancelación de la entrevista con Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, con un argumento poco convincente: los «desahucios» han pasado a ser «un tema político». Se han dado cuenta igual de tarde que nuestros gobernantes, porque durante meses los multidisciplinarios programas matinales de todas las cadenas se hartaron de contarnos el mismo drama una y otra vez. Entonces, ¿qué tipo de tema era? Pero a Colau no se la cuelan, y ha puesto nombre -«veto»- a la jugarreta que le han hecho en la cadena pública, donde han suspendido una entrevista que habían acordado con ella para emitir el jueves en el programa Para Todos La 2, al que ahora van a tener que rebautizar ‘Para casi todos’. La segunda cadena se venía librando del chaparrón de críticas que sufre RTVE porque como siempre fueron flojitos de audiencia, no es novedad, ni cosa que deba preocupar, que ahora vayan peor. Es mucho más llamativo lo de Anne Igartiburu. El jueves nos pegaba el susto: ¡le quitan +Gente! Claro que tenía la misma audiencia que los Grandes documentales de La 2, dicho esto sin ironía alguna, sino como mera y gráfica comparación.

Durante 24 largas horas nos tuvieron sumidos el más puro desconcierto. ¿Qué iba a ser de Anne?, ¿le buscarían nuevo destino, tendría que ir a hacer pasillos...? El viernes deshojaron la margarita: la mandan de regreso a casa, a Corazón, su oasis rosa.

La culpa del batacazo de Anne no es de Anne, que lleva 16 años amenizándonos eurovisiones, corazones y galas con éxito suficiente como para que no empecemos a cuestionarla ahora. La cosa es que ni ella ni nadie es el flautista de Hamelín. Si acaso Mercedes Milá, porque a nadie se le escapa ya que si Gran Hermano está salvando los números con los concursantes más sosos de la historia es mérito de ella (Miriam también ha echado una manita). Si a Igartiburu le dan un buen programa (otro, no Corazón ) lo de +Gente quedará en anécdota. Pero un buen programa no es un magacín que tiene de todo y de nada y que encima debe competir con Sálvame. Porque entre el té de las cinco de Anne y la bacanal de Jorge Javier...