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Se apaga la voz del doblaje español

Fallece a los 65 años Constantino Romero, doblador de Clint Eastwood y Sean Connery.

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iker cortés | madrid
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Dio voz a las dos caras de Clint Eastwood, la ruda y la sensible; contribuyó a la elegancia del James Bond interpretado por Roger Moore e hizo más comprensible a un malo malísimo como Darth Vader. Constantino Romero (Albacete, 1947) falleció ayer en Barcelona a la edad de 65 años.

Locutor de radio, presentador de televisión y actor de doblaje, su vida estuvo marcada por los personajes a los que dotó de personalidad y reinterpretó, desde la intimidad del estudio de sonido, para las salas de cine españolas.

Barcelonés de adopción -vivía en la Ciudad Condal desde los 9 años-, Romero cursó estudios de teatro y radio. Fue en este último medio en el que comenzó su andadura profesional a mediados de los sesenta. Pasó por Radio Juventud, Radio Barcelona, de la cadena Ser, y Radio Nacional, la casa en la que finalmente se estableció. Su trayectoria en las ondas estuvo muy ligada a la música, convirtiéndose en uno de los primeros disc jockey introductores de grupos anglosajones. Para el recuerdo quedan espacios como Tino Show, Trotadiscos y Amor, Discos y Recordiscos.

A finales de los sesenta, le picó el gusanillo del doblaje. Compaginando su labor en las ondas, Romero comenzó a doblar películas, tan nimias al principio que era incapaz de recordar cuál había sido su primer trabajo.

Un golpe de efecto

Pero su voz cálida y profunda pronto ganaría peso y en 1970 ya doblaba a actores de la talla de Donald Sutherland. Fue en esta época cuando cayó en sus manos Clint Eastwood, un actor al que Romero tomó tan bien la medida que, después de 33 películas -su último trabajo en el cine fue precisamente Golpe de efecto, protagonizada también por el actor-, resultará difícil escucharlo en otras cuerdas vocales. El propio Eastwood quedó gratamente sorprendido cuando se escuchó en español.

Mención aparte merece su labor como Darth Vader en la saga de La guerra de las galaxias. Fue el responsable de que las palabras «yo soy tu padre», con la que Darth Vader sorprendía a Luke Skywalker, se marcaran a fuego en la memoria de varias generaciones. Una sentencia que, por cierto, le acompañó durante más de treinta años. Y al mismo tiempo participaba en la otra saga galáctica por excelencia, poniendo la voz al capitán James T. Kirk -era el doblador oficial de William Shatner- en las películas de Star Trek.

Romero fue capaz de dar, si cabe, más fuerza a monólogos ya de por sí estupendos, como el texto al que se enfrentaba el replicante Roy Batty -interpretado por Rutger Hauer-, al final de Blade Runner. «Dijo en una entrevista que estaba encantado con el doblaje en castellano y eso es un enorme piropo», señalaría después agradecido.

 

Convertido en robot

No fue el único robot al que ‘dio vida’ el albaceteño, que también se ocupó de clamar el ¡Volveré! y el Sayonara, baby - en el original era ‘Hasta la vista, baby’- de Arnold Schwarzenegger en la saga Terminator. La relación de nombres no acaba ahí pues su voz también se dejó escuchar en películas de Michael Caine, Humphrey Bogart y Roger Moore. Acostumbrado a poner voz a hombres de acción, curiosamente uno de los personajes que más hondo le llegó fue el de Mufasa, de El rey león.

La otra faceta de Romero Pese a haber participado en varios musicales y películas, Romero no alcanzaría la popularidad hasta su llegada a la televisión, un medio al que saltó por casualidad. «Estaba haciendo teatro, un día me lo propusieron y acepté», recordaba recientemente en una entrevista. Fue así como en 1985 inició, con Ya sé que tienes novio, un espacio en el que varias exparejas competían por un piso, una exitosa y próspera relación con TVE, que se vio ratificada por El tiempo es oro, un concurso que haría definitivamente famoso a Romero.

Después llegarían 3x4, La vida es juego, Alta tensión y hasta Pasapalabra, espacios por los que ganó una Antena de Oro (1999) y dos TP de Oro, entre otros reconocimientos. De todos ellos, el preferido del presentador era La parodia nacional. « Es el programa que recuerdo con más cariño», decía.

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