Cerrar

Fábulas para tres bicicletas

Demipage invita a tres leoneses a celebrar sus dos lustros de vida con ‘Diez bicicletas para 30 noctámbulos’.

Publicado por
cristina fanjul | león
León

Creado:

Actualizado:

Tres escritores leoneses: José María Merino, Juan Carlos Mestre y Juan Aparicio Belmonte participan en la edición Diez bicicletas para treinta sonámbulos, en la que también escriben autores como Antonio Muñoz Molina, Luis Landero, Andrés Neuman, José Ovejero o Santiago Auserón. La bicicleta, símbolo de la editorial, es el objeto recurrente que aparecerá en todas las historias. De manera que a lo largo de estas páginas el lector tendrá la oportunidad de conocer a bicicletas holandesas, africanas, urbanas, rurales, filósofas, enamoradas, con y sin ruedines, que representan temas tan diversos como el desamor, el sexo, el paso del tiempo, el azar, la madurez, el coraje o la incertidumbre. Autores que han acompañado a la editorial durante estos años, ya sea con su pluma como bandera o con una cálida y estrecha relación, nos deleitan con treinta relatos breves en los que el hilo conductor de todos ellos es una bicicleta, objeto que simboliza a la editorial y a sus ganas de seguir haciendo camino a golpe de pedal.

Y es que el reto de este sello fue desde el principio dar cobijo a todas esas propuestas creativas que nunca se ven o se leen, que nunca se concretan en un libro: «Uno ha de saber que el trayecto comienza con una travesía del desierto que puede ser larga, lenta y llena de obstáculos», aseguran en la editorial. De ahí la bicicleta.

José María Merino escribe un relato brevísimo que, titulado El bicicielo , se dedica a explicar la razón por la cual nunca se ha encontrado ningún cementerio de bicicletas. A la manera de Ryszard Kapuscinski, que en Ébano explica por qué nunca se encuentran ‘camposantos’ de elefantes, Merino dedica la historia a narrar de qué manera las bicicletas se trasladan a un lugar que él denomina el cielo de las bicis gracias a la energía cósmica que han acumulado a lo largo de su servicio: «Por ahora, la teoría no ha encontrado oposición entre los demás físicos del mundo», finaliza el relato.

Juan Aparicio Belmonte realiza un ejercicio de ciencia ficción wellesiano en la historia El atropello . El escritor se sirve de un hecho casual, el atropello de un ciclista, para desencadenar un relato en el que convierte la bicicleta en una particular máquina del tiempo. Con cada pedalada que da, el protagonista se ve atrapado en una voraz carrera hacia el pasado de la que no es consciente para terminar protagonizando los fusilamientos del 2 de mayo en Madrid a manos de las tropas napoleónicas: «Aquellos hombres parecen realmente aterrorizados. El pelotón de fusilamiento se prepara. Entonces, traga saliva y lo comprende todo. Abre los brazos para explicar el malentendido a aquellos franceses agresivos».

Por último, Juan Carlos Mestre se inmiscuye en el monólogo de Peretz Markish en El zapatero de Stalin , un cuento marcado por la corriente de la consciencia de un protagonista que ha sido acusado y que explica a un jurado desconocido —que probablemente esté formado por cada uno de los lectores que se acerquen a la historia— sus razones. Mestre, en un brillante ejercicio de prosa poética, se sirve de uno de los intelectuales purgados por el terror stalinista para que seamos nosotros los que sintamos que estamos siendo enjuiciados por este personaje, que se recrea con la brillante elocuencia de Mestre para poner patas arriba casi todo el sancta santorum del siglo XX.

Cargando contenidos...