Made in Spain

Crítica de televisión yolanda veiga

En RTVE han interiorizado que eso del servicio público implica también hacer país... y piña. De eso va Fabricando Made in Spain , de promocionar a las empresas de casa que hacen las mismas cosas que compramos luego en la tienda de los chinos. Cepillos de dientes, cuchillos, calcetines y hasta pañales que exportamos a Suazilandia. El programa es la versión patria del Así se hace de Discovery Channel.

Solo que aquí los jefes de departamento se llaman Ramón o Consuelo, porque en el programa se pone rostro y nombre a todos los trabajadores, como en ese anuncio de los electrodomésticos donde Paqui, Lola y Carlos te dan las gracias por haberles comprado una lavadora. Es un truco para que el espectador les sienta más cercanos y sea más receptivo al mensaje que nos quieren vender. Porque de eso se trata, de que compremos ‘made in Spain’.

A los mandos del programa, seis reporteros muy dicharacheros que en su noble intento de explicarlo todo facilito a veces caen en las preguntas tontas: ‘¿O sea, que no fabrican 315 calcetines, no? Pues no, porque se venden por pares. La narración también sigue esta línea ‘didáctica’ y uno teme que en cualquier momento salga Coco, el de Barrio Sésamo , contándonos la diferencia entre arriba y abajo. Y no habría pega si el programa se emitiera en horario infantil, pero es que empieza a medianoche

Por lo demás, Fabricando Made in Spain se deja ver porque es entretenido y tiene ritmo. Los reportajes son cortos y a cada rato nos relatan cosas curiosas. Como que se necesita un kilómetro de hilo para hacer un calcetín (o sea, dos kilómetros, que se venden por pares, ¿recuerdan?), que el cepillo de dientes más vendido en España es el azul, que en Albacete se fabrican 70.000 cuchillos al día, que la lycra puede estirarse hasta 600 veces su tamaño y que comemos 400.000 toneladas de galletas al año. Y lo mejor, el programa le sale gratis a TVE porque lo han pagado los jefes de Paqui, Lola y Carlos. Ya saben... los de la lavadora.